Bush aprueba una ayuda económica de 17.400 millones de dólares para salvar a GM y Chrysler

Guillermo Arnal     19 diciembre 2008     3 min.
Bush aprueba una ayuda económica de 17.400 millones de dólares para salvar a GM y Chrysler

Hace unos días os comentamos que la Casa Blanca podía ser la salvadora de los grupos automovilísticos Chrysler y General Motors y al final ha ocurrido tal y como se dijo. El presidente estadounidense George W. Bush ha aprobado hoy una ayuda económica de 17.400 millones de dólares para los dos fabricantes para que lleven […]

Hace unos días os comentamos que la Casa Blanca podía ser la salvadora de los grupos automovilísticos Chrysler y General Motors y al final ha ocurrido tal y como se dijo. El presidente estadounidense George W. Bush ha aprobado hoy una ayuda económica de 17.400 millones de dólares para los dos fabricantes para que lleven a cabo sus planes de reestructuración, y que se concederán bajo determinadas condiciones.

Según las declaraciones de Bush durante el discurso que ha dado tras la aprobación de la ayuda, en otras circunstancias ese dinero no se habría dado, pero dado que la economía americana está en medio de una crisis financiera y una recesión, no habría sido responsable dejar que los fabricantes hubieran quebrado porque perjudicaría aún más a la situación.

Los 17.400 millones se concederán en dos fases: primero, los fabricantes tendrán acceso a 13.400 millones (unos 9.600 millones de euros) que vendrán del fondo de 700.000 millones que se creó para la crisis financiera, y en la segunda, General Motors podrá optar a conseguir otros 4.000 millones si dentro de dos meses ha cumplido sus objetivos.

De los primeros 13.400 millones, 9.400 son para General Motors, y los 4.000 restantes para Chrysler. Ford asegura que dispone de liquidez suficiente y no necesita dinero con urgencia. Este dinero se entregará solamente si GM y Chrysler se comprometen a realizar las siguientes acciones antes del 31 de marzo: deshacerse de las dos terceras partes de su deuda, disminuir los salarios de los trabajadores a los niveles de marcas extranjeras, vender sus jets y limitar los sueldos de sus ejecutivos.

Para entonces, será el gobierno de Barack Obama el encargado de vigilar que han hecho todo lo que se les ha exigido. De no ser así, deberán devolver todo el dinero al Estado. Los fabricantes tendrán que demostrar dentro de tres meses que pueden recuperarse, ser rentables y conseguir un acuerdo viable con los sindicatos de trabajadores, los accionistas, los proveedores y los concesionarios.

En el hipotético caso de que los grupos no consiguieran cumplir con esos objetivos, las consecuencias serían bastante nocivas para el gobierno de Obama. También está el hecho de que al futuro nuevo presidente de los Estados Unidos lo eligieron muchos trabajadores por sus promesas de proteger sus puestos de empleo, y sin embargo, con esta ayuda, sus primeros momentos estarán marcados por que los sindicatos tendrán que ceder ante cuestiones que les habían costado décadas conseguir.

En definitiva, General Motors y Chrysler han conseguido por fin una ayuda económica para proceder a su transformación y así demostrar que pueden volver a ser rentables, pero deberán cumplir unos requisitos determinados, parte de los cuales supondrá un atraso para los trabajadores de las plantas, si no quieren tener que devolver el dinero prestado, y todo ello rodeado de las numerosas críticas que preferían castigar a los grupos con la bancarrota por las malas decisiones que han tomado en el pasado.

Vía | The New York Times

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