Coches con Historia: Chrysler Patriot

Fernando Alvarez     20 junio 2012     2 min.
Coches con Historia: Chrysler Patriot

El Chrysler Patroit fue un prototipo híbrido experimental. ideado originalmente para competir en Le Mans.

A pesar de que el Chrysler Patriot no ha sido un concepto que ha corrido con demasiada suerte desde que fue mostrado por primera vez, fue diseñado en un tiempo en que ni siquiera se soñaba que un diésel pudiera ganar en Le Mans, mucho menos un híbrido, como ha sido el caso del Audi e-tron. El Patriot ha sido el primer híbrido de la historia concebido para Le Mans, pero que nunca llegó a La Sarthé.

La historia de este concepto tiene mucho que ver con Ian Sharp, un diseñador británico que había trabajado anteriormente en Gran Bretaña, dentro del sector de fabricación de coches de competencia. Contratado por Jeep, bajo la marca Chrysler, Sharp formó parte del departamento de «libertad técnica» en donde concibió ideas de posibles uso de la fibra de carbono para futuros vehículos, ideas tomadas de su paso por Reynard y Lola, en Gran Bretaña.

Con su nueva idea bajo el brazo, Sharp se puso en contacto con el departamento de competencias de Chrysler, dirigido en ese momento por Bob Lutz. La propuesta tenía algunos fundamentos principales: un generador, gas líquido como combustible, un sistema de recuperación de energía, dos motores eléctricos de 525 voltios y la guía del experimentado Reynard para construir el modelo.

El sistema regenerador de energía, de 400 kilo/julios y solo 5 kilos de peso, sería usado en las frenadas, como en los actuales híbridos, lo cual Sharp creía que podría darle el triunfo en Le Mans al contar con un consumo menor de combustible, lo que se pretendía dar a publicidad en Le Mans.

El proyecto fue llevado adelante, aún cuando Ian Sharp fue separado del proyecto, gracias a «peleas de egos» entre los ejecutivos e ingenieros de Chrysler. Sin embargo, se lo ha considerado poco seguro, ya que el resultado en caso de un accidente con el volante recuperador de energía, girando a 58.000 RPM, hubiera sido catastrófico.

Por suerte, el coche no ha corrido la suerte de otros conceptos y el coche se mantiene aún en uno de los museos de Chrysler, el Walter P. Chrysler Museum. De haber tenido una gestión apropiada, quizás la historia del coche híbrido hubiera cambiado y se hubiera anticipado a su tiempo gracias a un triunfo en Le Mans.

Vía | Allpar

Deja un comentario