De cómo Lotus se ahorró en costos de desarrollo con el Lotus Esprit

Fernando Alvarez     13 septiembre 2010     2 min.
De cómo Lotus se ahorró en costos de desarrollo con el Lotus Esprit

Corría octubre de 1975 y Lotus presentaba en el salón de París el primer modelo del Esprit, el deportivo legendario que catapultó a la compañía inglesa a los primeros lugares a nivel de ingeniería de deportivos, a nivel de ventas en el segmento y pasó a tener uno de los coches más conocidos del mundo. […]

Corría octubre de 1975 y Lotus presentaba en el salón de París el primer modelo del Esprit, el deportivo legendario que catapultó a la compañía inglesa a los primeros lugares a nivel de ingeniería de deportivos, a nivel de ventas en el segmento y pasó a tener uno de los coches más conocidos del mundo. Hasta los que no tenían nada que ver con el mundillo del automóvil sabían reconocer a un Lotus Esprit.

El proceso óptimo de desarrollo de un coche es que sus costos sean lo más bajos posibles y que la ganancia sea la más alta posible. Y eso mismo fue lo que Lotus hizo con el Esprit, ya que todos los modelos y series han sacado más de un elemento de otras marcas. Sabía algo al respecto pero nunca creí que hubiera sido tanto.

A lo largo de su vida y de varias configuraciones y motores, el Esprit tomó prestados los siguientes elementos de otras marcas. A manera de lista un poco desordenada fueron algo así como: cajas de velocidades de Citroën SM y Maserati Merak, transmisiones Renault y Citroën. Elementos internos del Morris Marina / Austin Allegro y del Opel Calibra. Volante de Pontiac Trans-Am en algunos modelos (los más recientes). Las luces traseras rectangulares fueron sacadas del Toyota Sprinter Trueno y del Corolla japonés. El Opel Calibra y el Tigra le donaron al Esprit los aditamentos aerodinámicos para los modelos V8, mientras que los retrovisores exteriores pertenecieron al Citroën CX. Adoptó los mecanismos de ventilación interior del Ford Fiesta MK2. El alternador de los modelos V8 era el mismo que el del Opel Omega. La suspensión delantera de los primeros modelos eran del Opel Ascona y frenos delanteros del Fiat Coupe turbo o el Peugeot 406 V6.

¿Decepcionado? ¿Aún crees, como yo, que el Esprit fue uno de los mejores deportivos del mundo?

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