Fisker Automotive busca inversionistas en China

Fernando Alvarez     28 enero 2013     2 min.
Fisker Automotive busca inversionistas en China

Fisler Automotive se encuentra entre la espada y la pared. No puede producir, a día de hoy, ningún vehículo, sin dinero y sin baterías para su Karma. En China, negocia la llegada de nuevos inversionistas que aporten los fondos necesarios para el Fisker Atlantic, mientras que en EEUU nadie tiene la intención de prestarle dinero a quien fuera alguna el archienemigo de Tesla Motors.

El Fisker Karma no es suficiente para Fisker Automotive, quien desde hace casi 6 meses no ha construido ni un solo vehículo. Entre los planes que tenía Fisker en el aire, figura la construcción del Atlantic, su berlina mediana que ya ha sufrido más retrasos que lo aconsejable.

Las diferencias entre las fechas anunciadas para el lanzamiento del Atlantic y la realidad, son notorias. La última fecha que se tiene considerada para el lanzamiento del Atlantic es el año 2015. Y si consideramos que una campaña de diseño, prototipos, ensayos e ingeniería tarda de 3 a 4 años, Fisker nuevamente se encuentra por detrás del objetivo fijado.

Fisker necesita acelerar el proyecto del Atlantic y reactivar la construcción del Karma, par lo cual busca nuevos inversores fuera de EEUU. Y qué mejor lugar que en China, lugar casi procesional al cual todos van a intentar expandirse o a encontrar fondos frescos. Se dice que el futuro de toda la compañía depende de estas negociaciones con los chinos, por lo cual esto es más serio de lo que parece.

El CEO de Fisker, Tony Posawatz, trata de llamar la atención de Wanxiang America, una división de una armadora norteamericana, con sede en China. «Casualmente», Wanxiang America será uno de los próximos compradores de 123 Systems, el fabricante de baterías que emplea el Fisker Karma, actualmente en bancarrota.

Si todo va bien, Fisker debería recibir nuevos fondos en los próximos meses. Si todo va al contrario de lo que Posawatz piensa, Fisker Automotive entraría en bancarrota, ya que el gobierno de Obama no está dispuesto a entregar más subsidios de fabricación a Fisker. Y po una sencilla razón: aún no ha pagado lo poco que se le ha prestado.

Vía | Green Car Reports

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