Ford Mondeo 2.2 TDCi 175 CV, prueba (parte II)

Como comentaba en la primera parte, realmente ha sido un coche que tenía claro que se debía recomendar, tanto por su gran comportamiento dinámico como su acabado interior y exterior.

Recordemos que la versión probada es la más deportiva y por ello cuenta de serie de suspensiones más bajas, llantas de 18 pulgadas con neumáticos anchos (245 mm) y con inserciones de aluminio en las partes delantera y trasera junto con faldones laterales. No llega a ser el acabado ST o el mítico RS de Ford pero sí una aproximación bastante buena y elegante. ¿Y sobre gustos? puede parecer algo macarra -creo que los cristales de privacidad ayudan a ello- pero es una línea muy elegante de serie que a mi particularmente me gusta.

Diseño exterior y espacio interior

La línea exterior tiene un cierto parecido a las berlinas de la marca Jaguar, algo bastante razonable teniendo en cuenta la paternadad de los modelos.

La parrilla delantera es muy agresiva y sus 1,87 metros de ancho permiten disponer de todos los elementos necesarios. Casi todos los elementos están recubiertos de un borde con color aluminio que le da el aspecto deportivo que hemos comentado anteriormente. La boca inferior recubierta de rejilla permite la entrada de aire para la refrigeración del motor, así como la superior algo más pequeña.

Algo que veo sobrante es la antena exterior de la radio. Se podría haber puesto una antena interior en el cristal delantero como llevan muchas marcas y, dudando de su mejor sintonización, es una pieza muy golosa en algunas zonas de nuestro país y muy molesta cuando se desea lavar el coche, por ejemplo.

Los faldones laterales junto con el ensanchamiento de los pasos de rueda estéticamente llaman mucho la atención, que junto con las llantas de 18 pulgadas y neumáticos de bajo perfil ofrecen un aspecto llamativo que se traslada a su parte trasera. Los dos tubos de escape, uno a cada lado, con la parte inferior en color aluminio y ligeramente levantado, recuerda a los más deportivos modelos. El spoiler trasero le termina de dar ese toque agresivo.

Al sentarnos en el puesto de conducción tenemos una sensación de estar a los mandos de un coche del futuro, por la gran inserción de piezas cromadas y negras con brillo que tiene, aunque ello no llega a ser molesto (recordemos que es la versión más deportiva). El volante multifunción es bastante completo y junto con el resto de palancas tras él permite casi un control total de todas las funciones del coche.

El volante y la palanca de cambios están terminadas en cuero con inserciones en rojo que le da un aspecto más cómodo y más deportivo que le queda realmente bien en su conjunto. El espacio entre conductor y pasajero delantero se ha aprovechado excelentemente. En la parte superior está la pantalla de 7» donde se muestra información de la radio, navegador, teléfono, tráfico por medio de tecnología TMC, información de la posición actual, mapa de navegación y otras funcionalidades.

Seguimos bajando y nos encontramos el control de temperatura del habitáculo bizona que hay que configurar a una temperatura ligeramente elevada, ya que podemos terminar pajaritos en días normales de primavera y otoño y sobre todo en invierno. A diferencia de otras marcas que permiten más diferencia entre zona pasajero y conductor o incluso temperatura totalmente independiente, en este caso tan sólo la diferencia máxima posible es de 4º C. El reposabrazos con dos compartimentos además de acomodar la posición de la conducción permite añadir espacio extra oculto para llaves, mandos de garaje o incluso discos compactos.

Los asientos son realmente cómodos. No llegan a cansar en los viajes largos y permiten establecer una posición muy correcta gracias a su regulación eléctrica total. El espacio es muy amplio y tanto en pasajeros delanteros y traseros no se tendrá la sensación de agobio, ya que por muy detrás que se encuentren los asientos delanteros, existirá suficiente espacio para colocar las piernas de los más altos sin golpear el asiento delantero. Sus 4,78 metros de largo parecen más si nos damos cuenta de lo bien que está aprovechado interiormente. Sin duda una de las berlinas más cómodas para viajar.

Pero lo verdaderamente destacable de este modelo es el aprovechamiento del espacio y su increíble capacidad del maletero. Aunque depende de la rueda de repuesto: kit antipinchazos, galleta o de emergencia y llanta normal, puede llegar hasta los 540 litros y más de 1.700 litros con los asientos abatidos. Personalmente os puedo decir que cabe de todo, hasta equipaje de 5 personas y un bebé para un fin de semana con relativa facilidad y sin hacer grandes esfuerzos en su colocación. Aunque el cargador de CD’s resta espacio en un sitio realmente inoportuno, se puede subsanar con los dos departamentos que existen a los lados.

Y la última parte será la dedicada a los precios y a su equipamiento, que es verdaderamente sorprendente.