La importancia de la bomba de aceite y de los cambios de aceite

Fernando Alvarez     4 marzo 2012     2 min.
La importancia de la bomba de aceite y de los cambios de aceite

El mantenimiento de la bomba de aceite y los cambios de aceite en los momentos recomendados por el fabricante, aseguran una larga duración del motor con todas sus partes internas debidamente lubricadas.

La foto que veis arriba es un filtro de bomba de aceite totalmente obstruido por obra y gracia de que en cierto motor no se le ha cambiado el aceite ¡durante cuatro años! Si bien es un ejemplo muy extremo de desidia en cuanto al mantenimiento del coche, muchas veces no pensamos en que la bomba de aceite es tal vez el elemento que más hay que cuidar del motor por la importancia que reviste para su completa lubricación.

La función de la bomba de aceite es proporcionar un flujo y presión constante de aceite limpio a todos los componentes que tienen fricción durante el funcionamiento del motor. Si no hacemos el cambio de aceite del motor en los plazos que indica el fabricante, corremos el riesgo de que la suciedad que se genera en el motor, proveniente de los residuos de la combustión y de carbón y hasta el desprendimiento de partículas metálicas de las piezas internas, se vaya acumulando en el filtro de bomba y filtro de aceite y no permita que el aceite sea bombeado a todos los rincones del motor.

Pero además de la bomba de aceite, esta suciedad también puede llegar a bloquear los conductos internos para la circulación del aceite, por lo que la lubricación estará seriamente comprometida, comenzando por la parte superior del motor, en el eje de balancines, en donde se necesita toda la presión posible.

Resumiendo un poco, los factores a tener en cuenta para una correcta operación de la bomba es mantener el interior del motor lo más limpio posible. Esto se logra haciendo los cambios de aceite y filtro en los períodos recomendados por el fabricante y no agregando más aceite sobre el aceite que ya está en el motor a menos que sea estrictamente necesario, en motores que ya queman aceite.

Podemos concluir esta entrada con una analogía: el aceite del motor del coche es su sangre. Tenlo en cuenta y te ahorrarás costosas reparaciones de las que después te lamentarás.

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