Los motoristas de la Guardia Civil también llevarán radares móviles para mejorar el control en carretera

Victor Alós Yus    @sepelaci    7 noviembre 2017     2 min.
Los motoristas de la Guardia Civil también llevarán radares móviles para mejorar el control en carretera

Los motoristas de la Guardia Civil llevarán los nuevos 60 radares láser móviles para controlar a velocidad en diversos puntos de la red viaria española

El control de velocidad es una de las prioridades de la DGT y por eso la Guardia Civil está bien surtida con diversos tipos de radares, en busca de los que se saltan los límites de velocidad en las distintas vías. Desde los radares fijos, los móviles que equipan algunas unidades camufladas y los helicópteros que actúan en los momentos más inesperados, estamos bien cubiertos con este tipo de dispositivos que nos hacen ir con cuidado en determinados tramos en los que hay que extremar la precaución.

Ahora, se ha sabido que la Guardia Civil ha equipado a sus motoristas con un nuevo radar móvil para instalar controles aleatorios a lo largo de la red viaria española. Por ahora, esta medida todavía está en fase administrativa, lo que quiere decir que se ha autorizado una cantidad de 860.000 euros para la compra de 60 radares láser móviles. Estos se transportarán en las motos de la Guardia Civil.

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La noticia la ha ofrecido Gregorio Serrano, el director de la DGT a través de su cuenta de Twitter personal, aunque ya la conocíamos desde hace un tiempo. De hecho, el anuncio de la puesta en marcha del proyecto se produjo antes de la campaña de verano de 2016, aunque los recortes y las gestiones han retrasado esa compra hasta este momento.

El proveedor de los 60 equipos es la empresa Saima Seguridad, que se ha llevado la concesión del servicio por la cantidad de 860.130 euros, frente a la licitación de 1.357.620 euros, por lo que resulta bastante más económico de lo previsto. Según las condiciones del pliego de condiciones, los equipos portátiles deben de ser capaces de medir la velocidad de los vehículos en un punto concreto, registrar los datos y registrar la imagen del infractor y poder visualizarlo en la pantalla de un ordenador o una tablet.

Además, cada unidad debe captar un maximo de velocidad de 250 km/h en una distancia de entre 15 a 50 metros, en dos carriles y funcionar con temperaturas entre 0 y 50º. Su batería debe de durar al menos cinco horas y contar con funda y diversos soportes para poder instalarlos en varios lugares. Con todo esto, se activa el proceso de adquisición y pronto tendremos más noticias de este nuevo equipamiento, que quiere ser parte de la lucha de la DGT contra el exceso de velocidad, que es responsable de una buena parte de los fallecidos en los accidentes en las carreteras españolas.

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