El Nissan Qashqai eléctrico de Afuture tiene nulas probabilidades en favor de un Dacia Duster eléctrico

Los vehículos eléctricos parecían una promesa firme hace unos años atrás, cuando todavía no nos internábamos en la oscuridad de una crisis casi sin precedentes. Mientras los gobiernos de tuno lanzaban al aire cifras más que optimistas, ya se ha visto que lo que se vende de coches eléctricos es poco y algunas marcas directamente se han desenchufado, quién sabe por cuanto tiempo más.

La compañía noruega Afuture ha pasado a ser la siguiente víctima en un emprendimiento que acabó mal, pero que era una buena idea: comenzar a electrificar al Nissan Qashqai. Afuture terminó en una bancarrota que ha afectado a la firma, pero de cuyos restos se ha beneficiado uno de sus ingenieros, llamado Søren Beck.

Beck compró lo que quedaba de Afuture y ahora se dispone a conseguir dinero de parte de futuros inversionistas, para dar vida al Qashqai eléctrico. De acuerdo al ahora propietario de las cenizas de Afuture, necesitará casi 900.000 euros para que el proyecto del Qashqai eléctrico siga en pié, algo casi imposible en los tiempos que vivimos.

Afortunadamente, parece que el Qashqai dará paso a una versión propia de Dacia Duster eléctrico, sobre el cual ha recibido un pedido de 240 unidades. Si bien el Duster no ofrece más dificultad técnica que el Qashqai, vehículos casi similares, Afuture todavía necesita una fuerte inversión para cumplir con el pedido.

Está claro que hoy en día comenzar el proyecto de un eléctrico desde cero es todo un reto, aunque las conversiones a gran escala también lo son. Me pregunto si Nissan (o Nissan-Renault) no ha tenido la misma idea en algún momento, sabiendo que el Qashqai o el Duster son modelos que se venden bastante bien. Tal vez el Nissan Leaf no era lo indicado, sino una conversión sobre un modelo ya conocido y amortizado.

Vía | Green Car Reports