Prueba: Dacia Sandero 1.6 MPI Laureate (parte II)

Diego G. Moreira     16 diciembre 2008     2 min.
Prueba: Dacia Sandero 1.6 MPI Laureate (parte II)

Continuando con la prueba del Dacia Sandero 1.6 MPI Laureate (ver primera parte), ahora nos toca hablar de la habitabilidad, espacio interior y acabados. En acabados patina un poco, pero en habitabilidad y espacio interior es un coche que engaña. Habitabilidad, espacio interior y acabados Lo primero que llama la atención, es su tamaño. El […]

Continuando con la prueba del Dacia Sandero 1.6 MPI Laureate (ver primera parte), ahora nos toca hablar de la habitabilidad, espacio interior y acabados. En acabados patina un poco, pero en habitabilidad y espacio interior es un coche que engaña.

Habitabilidad, espacio interior y acabados

Lo primero que llama la atención, es su tamaño. El Dacia Sandero mide 4 m de largo y muy bien repartidos, aunque su diseño aparente lo contrario. Contamos con un maletero de 320 dm3 (el Logan 550 dm3) y un espacio interior apto para viajar cómodamente 4 adultos.

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El espacio en las plazas traseras es bastante amplio para ser un compacto, sobretodo en ancho, porque el Sandero es un vehículo bastante ancho, de echo al conducirlo da sensación de mayor tamaño que al verlo. Los asientos traseros tienen un mullido bastante correcto y los delanteros, aunque no tienen una buena sujeción lateral, son más que suficientes para la mayoría de desplazamientos.

Tiene una buena guantera (bastante grande para lo acostumbrado en el segmento) y algunos huecos por dentro del habitáculo donde poder dejar varios objetos. Pero no cuenta con hueco portaobjetos en las puertas traseras. Lo más destacable es el maletero, con una buena capacidad (320 dm3), la boca del maletero facilita la carga de objetos y un portón que abre completamente (cuidado con la altura en garages).

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El punto negativo lo pone el acabado de los materiales, por toda la consola central aparecen plásticos duros de tacto que denota poca calidad de materiales. Los tiradores de las puertas, son quizás lo peor en materiales, porque da la sensación de frágiles; al igual que los botones de la consola central, que son demasiado «toscos» y podían estar un poco más trabajados.

Por último, destacar la buena visibilidad delantera. Y en resumen, en materia de habitabilidad tenemos un vehículo, amplio, y con un buen maletero por poco precio. Una pena algunos mandos y materiales que le restan calidad al conjunto. En la última parte de la prueba nos ocuparemos del equipamiento y precio del Sandero.

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