Toyota producirá el i-Road de forma limitada

Fernando Alvarez     14 octubre 2013     2 min.
Toyota producirá el i-Road de forma limitada

El Toyota I-Road fue confirmado para producción, aunque no para su venta libre al público. El triciclo de la marca japonesa verá una tirada limitada de 100 unidades, que serán usadas como parte del sistema Ha:mo. Lo que más se ha valorado del I-Road como novedad es su sistema de inclinación activa que se encarga por completo de los giros, sin que el piloto deba hacer nada más.

Es difícil no acordarse del conceptual de tres ruedas Toyota I-Road. Pero no solamente por el hecho de contar con tres ruedas, sino por las soluciones y novedades que mostraba en materia de ingeniería, como el sistema de inclinación activa que gestionaría por completo la inclinación del vehículo en las curvas.

Sin embargo, el I-Road no llegará de inmediato a los concesionarios para su venta al público, de manera que si querías hacerte de uno por el momento no será posible. El Toyota I-Road estará encuadrado en un ensayo de movilidad bajo la fórmula de carsharing en la red, denominada Ha:mo que opera en Toyota City.

Básicamente, Ha:mo es una red de comunicaciones que combina transporte privado y público de una manera más eficiente. Aún está en fases experimentales, pero incorporará un centenar de unidades del I-Road, que los usuarios podrán alquilar y devolver en 17 nuevas localidades.

El I-Road cuenta con una batería de ión de litio que impulsa un par de motores eléctricos de 2 kW montados en las dos ruedas delanteras. Combinando una aceleración enérgica con un funcionamiento muy silencioso, este tres ruedas de Toyota tiene una autonomía aproximada de 50 km, después de los cuales puede recargarse mediante una toma de corriente doméstica convencional en apenas tres horas.

El sistema de inclinación activa incorpora un motor y un engranaje de inclinación montados sobre la suspensión delantera, y conectados mediante una horquilla a las dos ruedas delanteras. Una ECU calcula la inclinación necesaria en función del ángulo de la dirección, el sensor de giroscopio y la velocidad del vehículo. Luego, el sistema mueve automáticamente las ruedas hacia arriba y hacia abajo en sentido opuesto, y aplica un ángulo de inclinación para contrarrestar la fuerza centrífuga del viraje. Con esto, el conductor no tiene necesidad de estabilizar el vehículo como sí se haría al conducir una moto.

Vía | El Mundo

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