Cuando la automoción eléctrica se convierte en nuestro día a día

Rubén Herrera    @http://twitter.com/fleky95    8 septiembre 2012     6 min.
Cuando la automoción eléctrica se convierte en nuestro día a día

Los coches eléctricos, día a día, se van a convertir, valga la redundancia, en nuestro día a día.

He de admitir que nunca he sentido pasión por la automoción eléctrica. Quiero decir, nunca me han llamado la atención los coches, las motos y el resto de vehículos propulsados por un motor eléctrico; por electricidad. Nunca hasta hace unos meses. Quizá por mi gusto de la naturaleza, del aire puro y mi racanería a la hora de echar gasolina o gasoil, he comenzado a ver con buenos ojos la electricidad para el día a día.

He llegado a escribir sobre esto en Plusmoto. En ese artículo recibí, ciertamente, alguna que otra crítica que pasó a ser constructiva en cuanto acabé su lectura. Críticas constructivas que te enseñan un poco más de este mundo aún por explotar; de este mundo que es el futuro encasillado ya en el presente, en el ahora. Es por esto, que toca hoy expresar mis nuevas sensaciones y lo poquito más que sé para que todos podamos compartir opiniones.

¿Por qué no veía con buenos ojos los coches –ya que estamos en un lugar de coches- eléctricos? Como amante del mundo del motor, prescindir del sonido, del olor a aceite o gasolina quemada, de una buena caja de cambios, la escasa autonomía,… me hacía ser escéptico al cambio. Pero bien, los tiempos evolucionan y, todo esto, ha evolucionado en gran medida.

No hace ni un mes tuve la grandísima oportunidad de ponerme en contacto con David Llada, director de comunicación de BSG electrics. David, un tipo muy simpático, me respondió con precisión a unas preguntas enfocadas, principalmente, a conocer de primera mano este mundo de vehículos sin gases ni sonido; pero sí con potencia.

“En el ámbito urbano no vemos a la automoción eléctrica como un <>, sino como un <>, me contestó. Y los motivos son evidentes y nos podemos apoyar en mil premisas. Al día, como media, hacemos unos sesenta kilómetros entre las idas y venidas del trabajo a casa y el resto de movimientos a visitar familiares, ir a hacer deporte y un largo etcétera. Sesenta kilómetros. Un coche eléctrico, de los más sencillos, se ríe de una cifra tan pequeña; los hay que pasan de los 200 kilómetros. ¿Entonces, a qué esperamos para dar el salto?

Tenemos un serio miedo a lo desconocido. Entre otras cosas, tememos quedarnos sin batería. Pero, digo yo, ¿qué pasa cuando nos quedamos sin batería en el móvil? David me decía: “Un vehículo eléctrico es como un móvil, te habitúas y lo cargas por las noches para que te dure todo el día. O lo cargas mientras estás en el trabajo…”. Y lleva toda la razón del mundo. Es sencillo, mientras estemos en casa enchufamos el coche y, si nos quedamos sin batería, hacemos lo propio en el trabajo.

Pero claro… hay un gran problema. ¿Y si no disponemos de garaje o para ir al trabajo debo aparcar en cualquier lugar? Eso no depende de nosotros, sino de Gobiernos y demás. Pero es algo que se puede solucionar. Ciudades como Barcelona, me consta, ya está instalando aparcamientos en los que hay tomas de corriente eléctrica para cargar nuestros coches. ¿Y si todos los parkings adoptaran esta medida?

Pero… ¿contaminan indirectamente?

Esto es un verdadero mito. Es cierto que la electricidad hay que conseguirla de algún lado pero, sencillamente, puede ser energía renovable. BSG, por ejemplo, podría suministrar con energía eólica y solar a todo el parque automovilístico. Y hablamos de una sola empresa. Hay que decir, ya, adiós a la contaminación.

Además, una ciudad libre de ruidos. Tan solo el bullicio de las personas hablando, conversando,… Todo cambiaría, todo sería más agradable. Oír el canto de los pájaros al despertar puede ser una utopía en grandes urbes como Madrid, Barcelona o la propia Sevilla…

Para viajar no hay problemas de autonomía

Si bien es cierto, un coche eléctrico tiene una autonomía y de ahí no pasa. Si queremos más, tenemos que enchufarlo y esperar… esperar. Pero no tanto. Ya hay supercargadores que, en media hora, recargan tu coche en más del 85%. Aunque no todo el mundo puede disponer de media hora…

Por ello, grandes empresas de alquiler de coches cuenta, cada vez más, con coches premium y de cualquier categoría en su flota para que los usuarios puedan viajar con él. Es decir, eléctrico para el día a día y desplazamientos “cortos” y alquiler de uno de combustión para desplazamientos largos. O bueno, también están los híbridos.¿Por qué no?

Potencia y prestaciones

En cuanto a potencia y prestaciones, todos estamos ya más que convencidos que un eléctrico es capaz de tener la misma potencia y prestaciones que cualquier otro vehículo deportivo. Además, su par es lineal, por lo que ofrece todo desde el principio al fin. Por cierto, para los que andan con dudas como yo, una caja de cambios, en principio y con lo que hay hasta ahora, haría peor al coche, ya que solo ofrecería una mayor velocidad punta en detrimento de un aumento de peso.

Y en el mundo de la competición tampoco deberá de ser muy diferente. En la Fórmula 1, por ejemplo, ya no hay repostajes. ¿Qué cambiaría si los motores fuesen eléctricos? Podéis ver, por ejemplo, una carrera del E-FIM (Mundial de motos eléctricas) y descubriréis cómo van igual de rápidos a pesar del poco desarrollo que aún tienen estas motos.

Por si no lo sabéis, la FIA ya ha comenzado a organizar la Formula E, un campeonato de monoplazas con motores eléctricos. Si todo va bien, podremos tener carreras interesantísimas con cero consumos. Eso sí, aún hay que esperar…

Pero aún hay más…

Pero aún queda mucho por descubrir. Sin ir muy lejos y hablando de hechos ya actuales, un grupo de científicos asiáticos ha descubierto unas membranas, creadas a partir de deshechos, que pueden contener, en pocos centímetros, la misma carga eléctrica que un conjunto de baterías como el de cualquier coche de lujo eléctrico. ¿Os hacéis una idea, si se trabaja en esta vía, la de autonomía que se podría tener? Además, se recarga muchísimo más rápido…

Como he dicho muchas veces, el futuro está aquí. Tan solo falta que la conciencia de los vehículos eléctricos entre en la mentalidad de todos nosotros. Uno como yo ya se ha sumado -o pretende hacerlo en cuanto su economía lo permita- al cambio, ¿y vosotros?

2 comentarios

  1. Fernando M dice:

    Pues fíjate si me he sumado que voy a comprar el Renault ZOE. Ojo, no lo haría si en la família no tuviesemos dos coches (siempre por debajo de 20.000 €, que no somos ricos), si no tuviera plaza de garaje (comunitario) y si no hiciesemos recorridos diarios de 95 km. También en Madrid la contaminación es palpable a simple vista, eso contribuye. Tampoco me gusta comprar energía a paises, en su mayoría, de dudosa categoría. No tengo más remedio con uno de los coches.

    En Madrid HC Energía proporciona electricidad 100% renovable (y española). El kWh está, antes de impuestos, a 0,065 €. Le he calculado 1,30 € cada 100 km de precio final. Como segundo coche al ZOE sí le veo futuro, aunque hay que hacer cuentas con el kilometraje anual para que el alquiler no sea mayor que el gasto de combustible.

  2. David (BSG) dice:

    Hola Rubén,

    Gracias por tus amables palabras y me alegro que nuestro intercambio de impresiones te haya visto ver este tema con otros ojos.

    Te corrijo un pequeño malentendido: cuando te dije «Generamos suficiente energía eólica y solar como para sostener todo el parque automovilístico del país», el «generamos» no se refería a BSG, sino a la sociedad española.

    Nosotros somos aún una empresa pequeñita que sólo vende vehículos, por desgracia no somos un Iberdrola – aunque ya nos gustaría! 🙂

    Un saludo,
    David

Deja un comentario