Hoy hace 35 años que el Mercedes-Benz 190 dio lugar a la saga del Clase C

Hay vehículos que han marcado un antes y un después en la historia de la automoción y su legado ha sido tan grande que a día de hoy continua viva la saga que ese clásico comenzó. Sin duda hay algunos modelos que destacan más que otros pero si sus sucesores siguen basándose en el primero es una buena señal. Esto es algo que podemos ver con el Mercedes-Benz 190, una berlina que nació en el año 1982 y que, tras 35 años, siguen presentes entre nosotros sus descendientes.

En los años ochenta la marca alemana buscaba ampliar su rango de clientes y por eso decidió crear un vehículo más asequible pero que contase con todos los beneficios de un Mercedes. El 190 convivía con el todopoderoso clase S, con el Clase E y con los modelos deportivos de la firma. El W201 -denominación que recibía el 190- encontró un hueco rápidamente en la familia de la estrella y al publicó le encantó.

Este modelo llegó al mercado con un motor gasolina que producía 90 CV y, más tarde, se introdujo la variante 190 E, que entregaba 122 CV. De esta forma los rangos de precios y de motorizaciones se fueron ampliando poco a poco con el paso del tiempo y sus potenciales clientes contaban con un gran abanico de opciones.

Pero las motorizaciones del 190 no se quedaron ahí. Mercedes también pensó en ese público que necesitase una berlina segura y moderna pero eficiente en cuando al consumo. De esta manera nació el 190 D, la variante diesel del Mercedes de acceso en la época. Esta versión contaba con 72 CV, potencia suficiente por aquel entonces pero, aún así, la firma decidió incrementarla más adelante. Fue en el año 1986 cuando se presentó el 190 2.5 D, que rendía 122 CV para equipararse a la variante gasolina.

Aún así, Mercedes no se detuvo en ese punto. Con el paso del tiempo llegó el 190 2.3 16 E, que contaba con un motor de 16 válvulas y entregaba 185 CV de potencia, siendo uno de los vehículos más potentes de su segmento. El 190 junto con esta motorización consiguió varios récords, entre ellos el de velocidad alcanzando los 250 Km/h. Más adelante llegaron las variantes 190 2.5 16 Evolution II, que contaba con 235 CV y una estética mucho más agresiva y deportiva.

Pero la mecánica no es lo único que ha convertido al 190 en un gran coche, también se debe a su extraordinaria seguridad. El W201 siempre ha gozado de una gran reputación en este aspecto, gracias a la robustez que aportaba su carrocería y a la suspensión especialmente diseñada para este modelo. Poco a poco ha ido cogiendo fama en el mundo del motor y a día de hoy se considera un «clásico-joven» pero fue tan revolucionario que la firma alemana decidió continuar la saga bajo el nombre de Clase C.