Mercedes-Benz GLK 220 CDI BlueEfficiency, prueba (Parte I)

Diego G. Moreira     21 octubre 2009     5 min.
Mercedes-Benz GLK 220 CDI BlueEfficiency, prueba (Parte I)

Como ya os adelantábamos ayer en Highmotor queríamos probar un SUV alejado de las marcas generalistas y del tridente premium. Por tanto nos hemos decantado por el Mercedes-Benz GLK, un modelo que nace en 2008 cuando la firma de Stuttgart presento el GLK para competir con el ya veterano BMW X3 y el inminente (ahora […]

Como ya os adelantábamos ayer en Highmotor queríamos probar un SUV alejado de las marcas generalistas y del tridente premium. Por tanto nos hemos decantado por el Mercedes-Benz GLK, un modelo que nace en 2008 cuando la firma de Stuttgart presento el GLK para competir con el ya veterano BMW X3 y el inminente (ahora ya una realidad) Audi Q5.

En el momento del lanzamiento sólo contaba con dos motores gasolina y un único motor diesel 320 CDI de 224 caballos, un motor con unas prestaciones muy buenas pero necesitaba un motor inferior para poder competir a igualdad de conduciones con el Q5 o X3. Por tanto hace nada fue presentado el nuevo GLK 220 CDI de 170 CV y que lleva la denominación «BlueEfficiency».

Motor y prestaciones

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El motor del GLK 220 CDI de 170 CV sólo había estado disponible para la gama del Mercedes Clase C y sin duda es todo un acierto para el GLK sobretodo si quieres un motor con prestaciones y al mismo tiempo equilibrado en cuanto a consumos. El GLK equipado con este motor diesel de 170 CV va asociado a la caja de cambios 7G -Tronic de 7 velocidades que es una auténtica gozada al uso. Como complemento al motor y a la caja de cambios nos encontramos la tracción 4Matic que reparte de forma inteligente el par entre la cuatro ruedas.

Con estos ingredientes tenemos un SUV con el que poder disfrutar conduciendo, su motor responde con contundencia siempre que necesitemos más potencia, hay que mencionar que tiene un par máximo de 400 Nm desde las 1.400 rpm. Con un peso del conjunto de 1.845 kg, se mueve con bastante soltura y acelera de 0 a 100 km en 8,5 segundos alcanzando una velocidad máxima de 205 km/h.

Pero si estamos hablando del motor 220 CDi del GLK no podemos olvidarnos de su cambio automático de siete velocidades que responde muy bien, al principio si no estás acostumbrado al tacto del pedal de acelerador cuesta exprimir al conjunto, pero tan pronto como te haces con el coche notas la rapidez de respuesta. El cambio tiene tres posiciones: manual, confort y sport. En la posición manual cambias tu las marchas gracias a la palanca de cambios o a las prácticas levas que tiene en el volante, por contra en el modo Confort el coche optimiza los consumos alargando las marchas y reaccionando con más tranquilidad.

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Pero donde el cambio da lo mejor de sí unido al motor de 170 CV es en el modo Sport, donde al pisar el acelerador el cambio responde con rapidez subiendo o bajando marchas para siempre contar con fuerza suficiente. El Mercedes GLK es el único del segmento en contar con un cambio automático de siete velocidades.

En cuanto al comportamiento, el GLK es un coche muy aplomado y pese a sus formas se mantiene siempre bajo control y es certero por cualquier zona que tenga que transitar. Sin duda a ese aplomo colaboran sus grandes frenos de disco a las cuatro ruedas que detienen de una manera ejemplar al GLK (ver detalle).

Y sus suspensiones, algo que ya es una seña en Mercedes, están orientadas cara el confort, proporcionando comodidad a los ocupantes en zonas bacheadas o con complicaciones. La suspensión adaptiva AGILITY CONTROL se adapta al tipo de terreno por el que circulemos siendo más firme en carretera y más blanda en campo y es un elemento que es de serie en el GLK.

Por otro lado tenemos los consumos, que ante todo los milagros no existen, es decir, es un SUV y es pesado por tanto pese a que Mercedes ha echo un buen trabajo con el nuevo motor de 170 CV, nuestra media se queda en 7,9 l/100 km (algo alejada del oficial de 6,9 litros a los 100km). Media que ha sido elaborada en ciudad (10 %), carretera (60 %) y autovía (30 %). En ciudad es facil mantenerlo por debajo de los 10 litros a los 100 km, y de echo en varios recorridos de 50 km por ciudad hemos conseguido una media de 9,3 litros a los 100 km. Por último en autopista y a velocidad legal es donde menos ha consumido con una media de 5,9 litros.

Conducción Off-Road

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Pese a que estamos ante un todocamino y no un auténtico todoterreno el GLK se desenvuelve bastante bien en terrenos complicados. No cuenta con reductora ni diferencial autoblocante pero el sistema de tracción permanente 4 Matic de Mercedes hace que en todo momento las ruedas cuenten con tracción evitando las pérdidas de tracción y pudiendo pasar sin problemas por caminos y zonas donde el agarre es complicado.

Además por sus medidas es el más compacto de sus rivales, pero en cambio también es uno de los que mejor se encuentran adaptados para la conducción off-road, además de contar con una buena protección de bajos para pasar por caminos complicados y la suspensión que también le favorece en estos aspectos.

Por último recordar que el Mercedes GLK que probamos no tenía ninguna ayuda off-road, pero hay un pack de opciones (Paquete Técnico Offroad-Pro) para aquellos que quieran sacar al GLK de las carreteras, entre las que se incluye el control de descensos o una mejor protección de bajos. Eso sí si queremos dejarlo como nuestro modelo de pruebas, al menos exteriormente, también tendremos que equiparlo con el pack exterior todoterreno.

Como es costumbre en la segunda parte de la prueba nos meteremos con el diseño y espacio interior, así como maletero y demás. Puesto que el interior del GLK cuenta con muchos detalles interesantes.

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Parte II | Diseño y espacio interior del GLK
Parte III | Equipamiento, precios y valoración general

Fotos | Diego G. Moreira
Agradecimientos al equipo de RESA por la colaboración.

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