Mercedes comienza a decir adiós a su propulsor 5.5 V8 Biturbo

Daniel Valdivielso    @valdi92    20 enero 2015     2 min.
Mercedes comienza a decir adiós a su propulsor 5.5 V8 Biturbo

Mercedes-Benz comenzará a sustituir a uno de sus propulsores estrella. Hablamos del 5.5 V8 Biturbo que montan en la actualidad muchos modelos AMG, que desaparecerá poco a poco de las listas de Mercedes para dejar paso al nuevo 4.0 V8 Biturbo que ya montan los AMG GT y C63 AMG.

Mercedes-Benz dejará de utilizar uno de sus propulsores estrella en un plazo aproximado de 2-3 años.

Hablamos de la unidad de potencia M157 5.5 V8 Biturbo, que lleva Mercedes-AMG lleva utilizando desde el año 2011 en multitud de modelos de su gama.

En la actualidad, este motor se monta en el S63 AMG (tanto berlina como coupé), en el E63 AMG, en el CLS 63 AMG, en el SL63 AMG y en el ML63 AMG. Además, el nuevo GLE Coupé 63 AMG también va a utilizarlo, siendo, presumiblemente, el último modelo nuevo en usar este fantástico propulsor.

Este 5.5 V8 Biturbo llegó a principios de década para sustituir al 6.3 V8 de aspiración atmosférica, uno de los mejores motores que nos ha dejado la historia reciente del preparador alemán propiedad de Mercedes-Benz. Sin embargo, los tiempos avanzan, y las restricciones de emisiones y consumos son cada vez más severas.

Por eso, el 5.5 V8 será poco a poco sustituido por el nuevo 4.0 V8 que ya monta el C63 AMG y que estrenó hace sólo unos meses el AMG GT. Se trata de un propulsor también sobrealimentado mediante dos turbocompresores. Sin embargo, es mucho más avanzado, más compacto, pesa menos y es mucho más potenciable.

AMG GT 6Motor 4.0 V8 Biturbo montado en el AMG GT

De esta manera, en términos de potencia bruta no podremos echar de menos al 5.5, ya que es más que posible que el «pequeño» 4.0 V8 supere ampliamente sus cifras, mejorando las prestaciones de los vehículos que lo monten, añadiendo también la ventaja de un consumo de carburante sensiblemente inferior.

Como podemos obervar, la tendencia al «downsizing» no es algo que se de solo en los propulsores más pequeños y en vehículos más humildes. Todas las grandes marcas tienen que hacer esfuerzos por mantener -o mejorar- las cifras de potencia de sus vehículos, disminuyendo los consumos y las emisiones. Sin ir más lejos, la propia Mercedes anunció también hace tiempo que dejará de usar los motores V12 que tantas alegrías le han dado.

Vía | Autocar.co.uk

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