La secta de los Hypermillers y cómo ser un fanático de los bajos consumos de combustible

Fernando Alvarez     1 abril 2010     5 min.
La secta de los Hypermillers y cómo ser un fanático de los bajos consumos de combustible

Creo que todos estamos de acuerdo en que la crisis nos obliga a tratar de ahorrar cada vez más en nuestro gasto de combustible y que los usos de las técnicas de ahorro de combustible son tan importantes como los principios mismos de una buena conducción. Pero como muchas cosas en la vida, hay gente […]

Creo que todos estamos de acuerdo en que la crisis nos obliga a tratar de ahorrar cada vez más en nuestro gasto de combustible y que los usos de las técnicas de ahorro de combustible son tan importantes como los principios mismos de una buena conducción. Pero como muchas cosas en la vida, hay gente que no se queda en términos medios, sino que lo llevan hasta el extremo, como los hypermillers, los fanáticos del bajo consumo de combustible.

Antes que nada, decir que los hypermillers (difícil de traducir, algo así como hyper milleros, textualmente) practican en EEUU y Japón (aunque también los hay en Europa) el hypermilling, un conjunto de técnicas para usar lo menos posible el pedal del acelerador, con un consumo promedio lo más bajo posible. Mientras la mayoría de nosotros consideramos que ahorrar combustible es algo así como acelerar suavemente, ir anticipando las paradas, evitar las aceleradas bruscas e ir manteniendo una velocidad en donde el motor gire a un régimen bajo, hay cosas bastante fuera de lo normal que pueden hacerse en pro del bajo consumo.

El problema es cuando estas técnicas rozan la exageración. Algunas costumbres adicionales usadas para el ahorro de combustible in extremis son las siguientes:

* Neumáticos inflados a unos 15 ó 20 libras más de lo normal. Si normalmente sueles llevar tus neumáticos inflados a 28 libras, considera que a partir de ahora los deberías llevar a casi 50 libras de inflado. Está muy bien para carreteras lisas como mesas de billar, pero la menor imperfección del asfalto se transmitirá a todo el coche.

* Quitar los espejos retrovisores laterales. Todo elemento que agregue resistencia aerodinámica al coche quedaría estrictamente prohibido para los hypermillers. El problema es que el reglamento de tráfico no lo permite y que conducir sin espejos retrovisores laterales, para quienes los usamos incluso más que el interior, es algo así como hacerlo a ciegas.

* Usar el viento a favor para que el coche se beneficie en el ahorro de gasolina. ¿Y si lo tienes en contra o es un día apacible, qué haces? ¿te quedas en casa?

* Tapar el radiador con un papel periódico o un trozo de cartón, para que el motor circule más caliente. Si bien la centralita ajusta la mezcla de gasolina en base a la temperatura del motor (junto con otros sensores, dando una mezcla menos rica con el motor a buena temperatura), dejemos esto para el invierno, cuando transitamos por lugares con temperaturas bajo cero, si es que no quieres que el motor hierva.

* Evitar recorridos en donde haya semáforos o paradas. Ideal si vives en una ciudad con semáforos cada cien metros. Mejor deja el coche en casa.

* No usar el aire acondicionado en verano y mantener las ventanillas siempre levantadas. Una buena técnica para los tórridos días de verano. De paso, adelgazas unos cuantos kilos con sauna incorporado en el coche.

* No tocar casi nunca el freno. Bueno aqui el tema se complica un poco. Por un lado, deberías anticiparte a una luz roja dejando que el coche circule en punto muerto y en ralenti (o con el motor apagado, si eres más extremo), para que al momento mismo de que la luz cambie a verde no tengas nunca que tocar el pedal del freno. Por otro lado, en las curvas tampoco habría que frenar nunca, lo cual significa que las curvas las trazaríamos a la velocidad que fuera. Tu sabrás si quieres ser un estorbo para los que están tratando de frenarse en una intersección y al mismo tiempo un peligro transitando las curvas como si fueras un piloto de DTM.

* Circular muy cerca de los camiones, para que ellos «corten» el aire y tu ahorres combustible. Nada recomendable, principalmente, porque ante cualquier distracción (o que el camión frene de repente) nos va a quedar un doloroso recuerdo de choque por alcance contra un camión. Es verdad que el camión va abriendo el aire, haciendo que nuestro coche avance más fácilmente, pero además del riesgo de choque, un vistazo al medidor de temperatura en verano nos va a hacer desistir de esta práctica.

* Circular en las bajadas con el motor apagado. Una inconsciencia, ya que te quedarás sin potencia en los frenos, sin hidráulica en la dirección, etc, etc. Preferible hacerlo en ralentí.

Como podréis ver, hacer hypermilling posiblemente te ahorre muchos litros de gasolina (se han reportado casos de menos de 3 litros cada 100 kilómetros). Tal vez puedas usar algunas técnicas si circulas todos los días por carreteras sin tráfico, en condiciones ideales. Para el resto, significará una tarea peligrosa y casi imposible.

Lo mejor que se puede hacer es conducir suavemente sin forzar el coche al acelerar o al frenar, en la marcha correspondiente (si tienes cambio manual) y mantener más o menos la misma velocidad que el resto del tráfico en autopista. Además tratar de tener el coche en buenas condiciones mecánicas, bien alineado y balanceado, con los neumáticos inflados a valores de fábrica. Y lo principal: disfruta conduciendo que hay cosas mucho más importantes por las que preocuparse, que por 3 ó 4 litros más de gasolina.

Foto | Threehugger

un comentario

  1. MigMar dice:

    muy curioso, pero siempre sera mas economico bajar las cuestas y frenar, reduciendo marchas que al ralenti.

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