Es por esto que no debes desconectar el control de tracción en la vía pública

Javier López    @jlopezbryan96    6 febrero 2020     2 min.
Es por esto que no debes desconectar el control de tracción en la vía pública

Este Mercedes-AMG C 63s ha tenido un trágico final debido a un mal uso de sus capacidades, las cuales se han desatado tras desconectar el control de tracción.

Un coche deportivo de tracción trasera y un botón dispuesto a dejarte a ti y a tus habilidades al volante completamente solos; tentador, ¿verdad? Pues personalmente creemos que no debería serlo y menos después de ver lo que le ha sucedido al conductor de este Mercedes-AMG C 63s después de apagar los controles e intentar hacer gala de sus pericias a los mandos de un coche capaz de ponernos contra las cuerdas. Y es que la vía pública no es el lugar más apropiado para conocer el potencial de un vehículo, sobre todo si se trata de uno cuyas prestaciones están muy por encima de la media.

En la actualidad, la tecnología ha avanzado mucho y permite que vehículos de desorbitada potencia sean controlables hasta para el más inexperto. Gracias a este ángel de la guarda, es posible que vehículos tan radicales como el Mercedes-AMG C 63s se puedan conducir con relativa facilidad cuando queremos darle rienda suelta a sus capacidades.

No obstante, las marcas conscientes de que este tipo de vehículos serán muy asiduos en los circuitos, incluyen diversos modos de conducción capaces de apaciguar la intervención de las ayudas a la conducción. Y aún es posible ir más lejos si decidimos desconectar por completo todo, momento en el que tan solo nuestra capacidad al volante nos podrá salvar de un inesperado sobreviraje o subviraje.

Accidente Drift Control Traccion 2

Pero si tomamos esta decisión debemos ser conscientes de que tan solo se debe llevar a cabo siempre y cuando nos encontremos en un circuito, de lo contrario nos podrá pasar lo mismo que al protagonista de este vídeo. Y es que le ha salido bastante caro al dueño de este Mercedes-AMG C 63s intentar derrapar después de abandonar una concentración de vehículos deportivos a la que había acudido.

Una vía ancha, suelo mojado y 510 CV enviados directa y exclusivamente al eje posterior, ¿qué puede salir mal? Pues un exceso de acelerador o de volante han sido los encargados de provocar un sobreviraje más agresivo del esperado y cerciorarse de que esta historia no termine bien para la berlina germana, la cual se ha topado con un árbol en su camino.

¿El resultado? Una aleta completamente hundida y seguramente algún que otro problema en el eje posterior, zona que se ha llevado la peor parte. La moraleja de esta historia es que, por mucho que sepamos cómo controlar un sobreviraje lo provoquemos o no, siempre debemos realizar estas pericias en circuito, un entorno ideado para darle rienda suelta a la deportividad de nuestro coche.


Deja un comentario