Los aranceles recortan la gama de Volvo en Estados Unidos: solo se salvan los SUVs

Volvo ha decidido suspender la venta de varios modelos importados en Estados Unidos, con el objetivo de priorizar la rentabilidad en un mercado afectado por los aranceles. Esta decisión implica la eliminación de su gama en este país de la mayoría de las berlinas y vehículos familiares hasta ahora a la venta.

El fabricante sueco ha justificado, no obstante, esta decisión por la escasa demanda de estos modelos por los que los consumidores estadounidenses estaban mostrando poco interés.

¿Qué modelos se caen de la lista en Estados Unidos?

Entre los modelos afectados está el S60, cuya producción cesó el año pasado, y el S90, cuya venta en Estados Unidos se detuvo antes de lo previsto, a pesar de que Volvo había planeado mantenerlo hasta finales de 2025. Además, la berlina eléctrica ES90 no llegará al mercado estadounidense debido a que no es rentable bajo las actuales condiciones. En cuanto a los vehículos familiares de la marca, el V90 va a ser discontinuado globalmente en breve, dejando al V60, principalmente en su versión Cross Country, como la única opción disponible por el momento en este mercado.

Por otro lado, el Volvo EX40 -anteriormente conocido como XC40 Recharge- no se está produciendo en estos momentos, aunque la compañía asegura que las ventas se reanudarán pronto y todo volverá a la normalidad. Así mismo, el EX30, que tanto éxito está teniendo en algunos mercados como el europeo, ha incrementando su precio base en Estados Unidos, pasando de 35 mil dólares a 46.195 debido a los aranceles, lo que con toda seguridad afectará negativamente a sus ventas.

La nueva estrategia de Volvo en el mercado estadounidense es consecuencia de la presión que ejercen los aranceles. No debemos olvidar que aunque sea una marca sueca, su propietario es el gigante chino Geely, por lo que buena parte de su producción se lleva a cabo en este país asiático. De este modo, resulta muy complicado por no decir imposible para Volvo ofrecer en Estados Unidos precios competitivos en el segmento Premium.

No es extraño así, que los resultados financieros de la compañía reflejen una caída del 18 por ciento en las ventas en Norteamérica durante el segundo trimestre de 2025, y un descenso del 10 por ciento en lo que va del año en comparación con 2024. En la dirección de la compañía consideran que 2025 va a ser un año de transición, en el que muchos clientes han decidido aplazar sus decisiones de compra para analizar así como evoluciona la situación actual.

La caída de la demanda ha obligado a Volvo a reducir la producción, incluso en las plantas de la compañía ubicadas en Estados Unidos. En cualquier caso, Volvo no se plantea a día de hoy abandonar este mercado, con la esperanza de que las cosas mejoren en un futuro más o menos próximo.