BMW Serie 1 Cabrio 118d, prueba (I)

Diego G. Moreira     24 noviembre 2011     4 min.
BMW Serie 1 Cabrio 118d, prueba (I)

Nos ponemos al volante del BMW Serie 1 Cabrio con motor diesel de 143 CV, en esta primera parte analizamos todo lo relacionado con el motor, prestaciones, comportamiento y consumo.

Un descapotable o un cabrio si preferís, eso es lo que os proponemos en nuestra siguiente prueba. Nos hemos puesto al volante de un BMW Serie 1 Cabrio 118d de 143 CV y uno de los aspectos que analizaremos es hasta que punto un cabrio es un capricho para el verano o por lo contrario puede ser un coche válido para el día a día.

Como curiosidad una de las regiones donde más cabrios se venden es en los países nórdicos, porque pese a tener pocas horas de sol y hacer bastante frío, los cabrios actuales vienen preparados para poder disfrutar a cielo descubierto independientemente de la temperatura exterior.

Volviendo al protagonista de la prueba, el BMW 118d Cabrio es el motor diesel de acceso a la gama del pequeño destapotable alemán. Por encima dispone del archiconocido 120d y del 123d, pero sus 143 CV son más que suficientes para poder disfrutar al volante del Serie 1 Cabrio y supone un interesante ahorro en el precio con respecto al 120d.

Motor y prestaciones

Bajo el capó tenemos un motor diesel de dos litros capaz de dar bastantes más caballos que los 143 CV de esta versión, pero que gracias a la electrónica desarrolla 143 CV. En esencia es el mismo bloque del 120d pero con menor potencia.

Lo primero que destaca de este motor es el régimen de funcionamiento, lo tenemos que llevar entorno a las 2.000-2.200 vueltas para notar el empuje del bloque, teniendo muy poca respuesta a bajas vueltas un detalle que nos hará jugar bastante con el cambio de marchas, en este caso manual de seis relaciones.

Dispone de indicador de cambio de marcha para intentar reducir el consumo, pero es demasiado optimista porque a veces nos indica que subamos marcha lo que supone bajar el régimen hasta cerca de las 1.500 r.p.m. una parte del cuentavueltas donde el motor aun no empieza a empujar.

Si hablamos de potencia, empuje y fuerza, en definitiva tenemos un motor notable en estos aspectos. Empuja sin dudar al Serie 1 Cabrio, sobretodo por encima de las 2.500 vueltas hasta las 4.000, si esto lo pasamos a cifras tenemos un par motor de 300 Nm.

La única pega que le ponemos poder es la respuesta poco progresiva del motor, es típicamente turbo y cuando empieza a soplar se nota, pero bueno siendo un vehículo que busca diversión y sensaciones al volante tampoco es una pega importante.

La caja de cambios manual de seis velocidades es típicamente BMW, es decir, precisa pero con un tacto más bien duro. Pero bueno, en este tipo de coches normalmente los clientes se suelen decantar por las cajas de cambios automáticas que añaden un plus de confort y suaviavidad.

Por último, además del indicador de cambio de marcha, entre otras merdidas para reducir el consumo, también incorpora el sistema Start&Stop, que ha mejorado desde que hace varios años probáramos los primeros sistemas de arranque/parada de la firma alemana, pero sigue siendo bastante intrusivo a la hora de iniciar la marcha.

Comportamiento

Nada más ponernos al volante del BMW Serie 1 Cabrio nos encontramos con un elemento en el que siempre ha destacado BMW, la dirección. El volante no es demasiado grande y además la dirección es directa y precisa, una auténtica aliada si nos disponemos a practicar una conducción algo más ágil en carretera.

Al tratarse de un cabrio el chasis es ligeramente más pesado que la versión coupé, pero aún así goza de bastante agilidad en carreteras sinuosas y nos permite un cierto grado de diversión, con un comportamiento al que apenas podemos poner pegas.

El tarado de la suspensión es de corte firme pero sin comprometer el confort interior, aunque el bajo perfil de sus ruedas hace que sean más perfeceptibles las irregularidades del asfalto (ruedas: 215/40 R18 delante y 245/35 R18 detrás). Eso sí, en curva el comportamiento es correcto y tenemos en todo momento el coche bajo control.

Por último tenemos el equipo de frenos que cumplía perfectamente con su función deteniendo al BMW sin problemas y contaban con una eficacia notable.

Consumo

Para finalizar con el repaso en el apartado de motor,prestaciones y comportamiento del BMW Serie 1 Cabrio tenemos que hablar del consumo del coche. En autopista hemos conseguido una media de 5,9 litros a los 100 km/h en nuestro recorrido habitual de pruebas, una cifra que podía ser algo más ajustada.

Mientras que en carretera la menor cifra que hemos conseguido han sido 5,4 litros a los 100 km, mientras que normalmente ronda los 6 litros en trayectos interurbanos. Finalmente en ciudad el consumo se eleva hasta los 9 litros a los 100 km.

Las cifras no están mal pero podía tener un consumo más ajustado porque estas parecen las cifras de la variante 120d más que de nuestro modelo de 143 CV, aún así tenemos que contabilizar también el incremento de peso al tratarse de un cabrio.

En la segunda parte de la prueba nos centraremos en el diseño exterior del Serie 1 Cabrio, con la elegante capota de lona, al mismo tiempo que también repasaremos su interior apto para cuatro ocupantes.

Fotos | David Taboada

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