Citroën C-Crosser 2.2 HDi de 156 CV, prueba (Parte I)

Diego G. Moreira     15 octubre 2009     6 min.
Citroën C-Crosser 2.2 HDi de 156 CV, prueba (Parte I)

Pasamos de la prueba de una berlina con tracción total a uno de esos SUV que ahora prolifereran por nuestras carreteras. Esta vez analizamos un todocamino hermanado con el Peugeot 4007 y Mitsubishi Outlander, el Citroën C-Crosser. La fabricación de estos tres SUV se debe a un acuerdo entre la marca japonesa y PSA por […]

Pasamos de la prueba de una berlina con tracción total a uno de esos SUV que ahora prolifereran por nuestras carreteras. Esta vez analizamos un todocamino hermanado con el Peugeot 4007 y Mitsubishi Outlander, el Citroën C-Crosser. La fabricación de estos tres SUV se debe a un acuerdo entre la marca japonesa y PSA por el que cada marca tiene su propio SUV cambiando sólo los rasgos estéticos y algún detalle más.

Por tanto la información sobre motor y espacio interior es totalmente extrapolable al Peugeot 4007 y al Mitsubishi Outlander, puesto que los tres llevan los mismos motores y cuentan con el mismo interior, a excepción del logo del volante que cambia según la marca. El C-Crosser es un siete plazas de serie, dos plazas adicionales que son escamoteables en el fondo del maltero y que para una necesidad son prácticas (ya hablaremos más profundamente de las siete plazas y del espacio interior). Por tanto estamos ante un SUV con unas medidas considerables, y no muy apto para uso diario por ciudad.

Motor y prestaciones

Citroën_C-Crosser

La gama de motores del Citroën C-Crosser se reduce a sólo dos motorizaciones, un motor gasolina 2.4 de 170 CV y un motor turbodiesel 2.2 HDi de 156 CV (pese a que el Outlander le cambie la denominación al motor diesel, sigue siendo el mismo bloque HDi fabricado por PSA). El motor HDi como es lógico es el que se lleva la mayor parte de las ventas, puesto que el gasolina sólo puede resultar interesante en alguna oferta puntual (como ha tenido el Outlander) del resto por prestaciones resulta mejor el diesel.

El motor 2.2 HDi de 156 CV tiene un funcionamiento muy agradable y sobretodo mucha fuerza, con un par motor muy generoso de 380 Nm a 2.000 r.p.m., motor que responde desde las 1.500 r.pm. y empuja con contundencia si tenemos en cuenta el peso del C-Crosser. Tiene una primera más corta para poder sacar el C-Crosser de situaciones complicadas sin que tengamos que tirar mucho del embrague y es en segunda y tercera donde se nota el empuje fuerte de su motor HDi.

Las prestaciones son bastante buenas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y tiene una velocidad punta de 200 km/h (más que aceptable para un SUV). El motor no es muy ruidoso y además la insonorización del interior es buena, por tanto en autopista a 2.500 r.p.m (que es donde mejor responde) dentro del habitáculo viajamos con comodidad. En cuanto al cambio, manual de seis velocidades, como estamos ante un SUV de un tamaño considerable y peso (de 1.800 kg) necesitamos jugar bastante con el cambio sobretodo en carretera o ciudad.

Citroën_C-Crosser

El comportamiento del Citroën C-Crosser no tiene pegas, es bastante aplomado (mejor que otros SUVs del mercado) y si no nos pasamos de los límites legales mantendremos el coche siempre bajo nuestro control, en caso contrario, notaremos que puede balancear algo (totalmente normal) que suele corregirse gracias también a la actuación del ESP. Y hablando del ESP y control de tracción, hay que puntualizar que en el arranque en modo 4×2 tiene tendencia a derrapar si lo hacemos de forma brusca (normalmente esto lo corrige el control de tracción) pero si conectamos 4×4 Auto por ejemplo, el problema se soluciona.

Un detalle que notamos es lo blanda que era la dirección, y en cuanto a los frenos (los 4 de disco) cumplen bien su función pero si abusamos de ellos en pendientes hay que tener en cuenta que estamos ante un SUV de tamaño y con un peso considerable, por tanto el sistema de frenos puede resentirse en bajadas prolongadas o si abusamos en exceso de los mismos. Un complemento que echamos en falta es el control de descensos, que podría ser muy útil para el C-Crosser si decidimos sacarlo al campo.

Citroën_C-Crosser

Para viajar es muy cómodo en el interior y podemos hacer kilómetros con el C-Crosser sin problema, además siempre mantiene un buen confort interior y la suspensión mantiene siempre el confort, además de su buena respuesta en carretera. Y otro de los apartados donde destaca el C-Crosser es en el apartado de consumos. El Citroën C-Crosser es uno de los SUV que menos consumen del mercado, si lo comparamos con otros de similar potencia (por ejemplo el Opel Antara). En autopista con el C-Crosser a unos 110 km/h obtienes facilmente una media de 7 l/100 km, y en carretera el consumo también se mantiene en cifras buenas para ser un SUV gastando unos 8,5 – 9 litros a los 100km. Como comentaba al principio la ciudad no es su habitat ideal y ahí, además de sus dimensiones que no facilitan el callejear, también sube el consumo rondando los 13 litros a los 100 km.

Comportamiento Off-Road

Dentro del comportamiento del C-Crosser tenemos que hablaros de como va en el campo o terrenos complicados, como siempre tenemos que matizar que es un SUV y en este caso el C-Crosser no tiene control de descensos (algo muy útil por el peso del C-Crosser y para bajar por terrenos complicados). Pero hay que destacar que tiene una caja de cambios con la primera marcha muy corta que facilita la subida de cuestas complicadas o el paso por terrenos complicados sin tener que tirar demasiado del embrague, además hay que decir que fuerza tiene de sobra (380 Nm).

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En cuanto al sistema de tracción corre a cargo de Mitsubishi, gracias a una rueda se pueden seleccionar tres modos de tracción: 4×2 (tracción delantera), 4×4 Auto (que reparte la tracción de forma automática entre las cuatro ruedas) y 4×4 Look (que reparte la tracción al 50% entre los dos ejes, imitando a una reducctora). El sistema de tracción total es de multidiscos funcionando en la mayor parte del tiempo como un tracción delantera y acoplándose el eje trasero cuando pierde adherencia.

Por tanto para circular por caminos, zonas donde necesitamos un 4×4 algo más elevado cumple perfectamente su función, además en zonas con complicada adherencia también se mantiene correcto, pero hay que recordar que estamos ante un SUV que no tiene reductora ni diferencial autoblocante.

Durante la prueba hemos podido meterlo por caminos y zonas arenosas donde se ha movido sin complicaciones, además de sacarlo al monte por caminos no muy complicados, pero hay que tener cuidado con los bajos, que aunque viene protegidos, es una protección simple. En la siguiente parte de la prueba repasaremos el espacio interior, un interior cómodo para viajar y con espacio de sobra para cinco ocupantes.

Fotos | David Taboada

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