Incat ya tiene casi listo para su entrada en servicio el mayor ferry totalmente eléctrico del mundo
Este ferry posiciona a Tasmania como líder mundial en la producción de embarcaciones Cero Emisiones a gran escala, demostrando que la movilidad eléctrica es viable también para el transporte marítimo de alta demanda.
El astillero australiano Incat Tasmania ha dado un paso histórico en la navegación Cero Emisiones tras realizar las primeras pruebas de propulsión del que se considera el ferry eléctrico más grande del mundo, conocido como Hull 096. Estas pruebas iniciales se han llevado a cabo en Hobart, en el río Derwent, siendo la primera vez que un buque de estas dimensiones opera exclusivamente movido con la energía almacenada en grandes baterías.
Con 130 metros de eslora, este catamarán de aluminio ligero ha sido construido para la compañía sudamericana Buquebus, que planea ponerlo en servicio a partir del próximo año en la ruta entre Argentina y Uruguay, cruzando el Río de la Plata. El pedido se formalizó en 2023, el buque fue botado en mayo de 2025 y, tras estas pruebas exitosas realizadas a mediados de diciembre, está previsto que se lleven a cabo algunos ensayos más antes de que inicie su travesía hacia América del Sur.
El Hull 096 es un ferry RoPax capaz de transportar hasta 2.100 personas, incluyendo pasajeros y tripulación, junto con 225 vehículos. Destaca por su amplia zona duty-free de más de 2.000 metros cuadrados, así como por su diseño eficiente, con dos pontones que optimizan la estabilidad y el rendimiento.
Especificaciones técnicas nunca antes vistas
Lo más innovador es su sistema de propulsión totalmente eléctrico, que integra un pack de baterías de 40 MWh de capacidad, cuatro veces mayor que cualquier instalación marítima previa, suministrado por la compañía noruega Corvus Energy. El sistema completo, incluyendo ocho propulsores eléctricos y chorros de agua axiales de alta eficiencia, ha sido suministrado por el grupo finlandés Wärtsilä, y destaca por su ligereza, maniobrabilidad y bajo mantenimiento.
El Hull 096 supone un punto de inflexión en la construcción naval, y ha sido posible gracias al esfuerzo de todo el equipo de Incat y al apoyo de un préstamo de 60 millones de dólares australianos concedido por el gobierno de Tasmania. La compañía planea expandir su capacidad con una nueva instalación en Boyer con el objetivo de llevar a cabo nuevos proyectos de buques eléctricos como éste.
Deja un comentario
