El mundo sucumbe ante el Koenigsegg Jesko presentado en el Salón de Ginebra

Miguel Lorente     6 marzo 2019     4 min.
El mundo sucumbe ante el Koenigsegg Jesko presentado en el Salón de Ginebra

Christian von Koenigsegg rinde homenaje a su padre, Jesko, con el supercoche definitivo, el Koenigsegg Jesko

El empresario sueco de ascendencia alemana ha decidido mostrar al mundo el coche del que, es posible, que esté más orgulloso. Por eso y para rendir homenaje a su padre, ha presentado desde el Salón de Ginebra el espectacular Koenigsegg Jesko.

De nuevo, el objetivo para Christian von Koenigsegg sigue siendo el mismo desde que proyectó batir el récord de velocidad establecido por el flamante McLaren F1. Lo logró con el Koenigsegg CC8S.

Desde entonces, además de los coches de Koenigsegg, otras marcas han disputado el cetro que es otorgado al coches más veloz del mundo. Un toma y daca que puso al Koenigsegg Agera RS de nuevo en lo más alto de la tabla con sus 457,94 km/h.

Pero quien tiene un sueño, aunque lo cumpla, no deja de ponerse nuevos retos o metas y, si algo caracteriza a Christian von Koenigsegg es su empeño de ser el constructor del coche más rápido. Una y otra vez, una y otra vez.

El nuevo supercoche de Christian von Koenigsegg

El Koenigsegg Jesko se presenta revolucionario partiendo de la base de la confianza que Koenigsegg deposita en el motor de 5 litros de cilindrada, en configuración V8, biturbo pero, en este caso, además de contar con pistones y bielas de nuevo cuño, fabricados en materiales más livianos y resistentes que los utilizados anteriormente, cuenta con una electrónica nueva y un novedoso sistema inyección de aire comprimido a una presión de 20 bares que anula el retraso, o lag, de los turbos.

Con todo ello, este nuevo coche es capaz de funcionar con gasolina, con la cual, establece una potencia de 1.298 CV, o con etanol o E85, combustible capaz de permitir que el Koenigsegg Jesko rompa el banco de potencia marcando 1.623 CV. El par de este coche es igualmente brutal: 1000 Nm entre 2.700 y las 6.170 rpm llegando a los 1.500 Nm a 5.100 revoluciones.

Koenigsegg reinventa las cajas de cambios

Pero si la electrónica de la centralita es nueva, la novedad más sustancial es la caja de cambios de fabricación propia, la segunda tras la Direct Drive system del Koenigsegg Regera. La conocida como Light Speed Transmission (LST) de Koenigsegg aparece en la industria de la automoción para romper con los moldes establecidos.

Gracias a contar con tres grupos de tres engranajes cada uno y un total de seis embragues, se puede intertar cualquiera de sus nueve velocidades en tan solo 20 milisegundos, sin necesidad de realizarlo de forma escalonada. Un tiempo tan sumamente pequeño que es difícil entender la velocidad a la cual es posible subir o bajar de marchas en un Koenigsegg Jesko sino se conduce. Prácticamente, la sucesión de velocidades ocurre de forma instantánea.

Además, la selección de la velocidad puede ser realizada mediante el uso de las levas tras el volante o bien la palanca central. Para realizar el aumento o la disminución de una de las velocidades basta aplicar un solo toque pero, cuando se busque la mayor velocidad posible, bastaría con aplicar dos toques para que el nuevo sistema Ultimate Power on Demand actúe para instertar la velocidad ideal que permita la máxima velocidad posible.

Una velocidad máxima para este Koenigsegg Jesko que el fabricante anuncia ser superior a los 480 km/h.

Una pieza de orfebrería automovilística

Como ya ocurriera con anteriores modelos, el chasis monocasco construido en fibra de carbono resulta la arquitectura básica a partir de la que se ensambla una carrocería trabajada con el único fin de ser lo más efectiva posible, de hecho, la carga aerodinámica de este coche añade hasta 1.400 kg extra cuando se alcanza su velocidad máxima.

Para administrar esta carga y la gestión de la transmisión de la potencia del conjunto mecánico al eje posterior, el Koenigsegg Jesko cuenta con un sistema de cuatro ruedas directrices y un kit de amortiguadores específico desarrollados por el especialista de confianza, y también sueco, Öhlins que ha tenido a bien añadir un amortiguador más en la parte delantera.

Un conjunto que marca 1.420 kg y del que solo se construirán 125 unidades a un ritmo anual de producción, de entre 40 y 50 coches al año. La exclusividad de este coche no solo recae en la producción del mismo sino en su precio, el Koenigsegg Jesko costará 2,7 millones de euros, impuestos no incluidos.

 

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