Seat Altea XL 2.0 TDI 140 CV, prueba (Diseño exterior, interior y acabados)

Diego G. Moreira     24 enero 2012     4 min.
Seat Altea XL 2.0 TDI 140 CV, prueba (Diseño exterior, interior y acabados)

Diseño exterior, espacio interior, calidad de los acabados y maletero. Esta es la segunda parte de la prueba del Seat Altea XL equipado con el motor diesel 2.0 TDI 140 CV.

Seguimos con el análisis del Seat Altea XL, un monovolumen espacioso para cinco adultos que probamos con el motor diesel más potente 2.0 TDI de 140 CV. Todo sobre el motor, los consumos, el comportamiento del Altea XL (donde destaca por su estabilidad) y las prestaciones son temas que hemos visto en la primera parte de la prueba.

Ahora llegamos a la segunda parte donde veremos en profundidad el diseño exterior y sobretodo el interior, estamos ante un monovolumen así que este es un apartado muy importante de la prueba. Precisamente en este aspecto el Altea XL cumple con creces, la única pega es que no disponga opcionalmente de siete plazas.

Pero antes de hablar del interior en profundidad, de ver también la calidad de los acabados y modulabilidad, nos toca antes hablar del diseño exterior.

Diseño exterior

Con un frontal que nos recuerda al León, en 2006 se lanzaba el Seat Altea XL. Se trataba de la variante más espaciosa (lo que se traduce en 123 litros más de maletero) frente al Altea convencional y su diseño variaba en la zaga donde estrenaba grupos ópticos nuevos.

Desde entonces apenas ha variado su diseño exterior, frontalmente tenemos la típica parrilla de Seat (signo de identidad) y los faros que nos recuerdan al León, mientras que lo que sí ha cambiado son los paragolpes delanteros.

La línea lateral está marcada por el diseño fluido desde la aleta delantera hasta las puertas traseras, es un elemento que le aporta algo más de personalidad al diseño lateral del Altea. Y en la zaga tenemos las mayores diferencias con el Altea convencional, con otros faros de mayores dimensiones.

Por último en el acabado Copa vienen de serie las llantas de aleación de 16 pulgadas, para ser exactos 205/55 R16.

Diseño interior, espacio y acabados

Abrimos la puerta y pasamos al interior, en ese momento, si habéis montado en un León anteriormente sufriréis un déjàvu, es temporal puesto que no es exactamente igual (el Altea está más orientado al conductor frente a la verticalidad del León) pero si muy similar.

Es un interior muy Volkswagen, limpio de mandos, sencillo pero al mismo tiempo práctico. Presidiendo la consola central tenemos el climatizador y justo debajo el sistema de navegación (RNS310) que viene de serie en este acabado. Por otro lado, la instrumentación es muy completa y no se olvida de la pantalla multifunción con diferentes informaciones, desde el teléfono hasta ordenador de abordo.

La calidad es correcta, hay bastante plástico por todo el habitáculo (algo normal en el segmento), eso sí cuenta con un recubierto agradable al tacto y unos buenos ajustes (al menos no tenemos grillos en el habitáculo).

Los botones que nos faltan en la consola central (abrir y cerrar puertas, sensor de presión y espejos) están situados en el tren central. En general tenemos prácticamente todo a mano, es sencillo de usar los diferentes mandos y una vez que los ubicas es cómodo.

Pero lo más importante de un monovolumen es el espacio, en el caso de las plazas delanteras, con una postura de conducción elevada y cómoda. Destaca por la buena visibilidad (en parte gracias a unos retrovisores grandes) y los asientos delanteros cuentan con una buena sujeción lateral y suficiente espacio para la cabeza.

Las plazas traseras son bastante amplias, no cuenta con siete plazas, pero al menos las tres traseras pueden ser usadas por tres adultos sin problemas de espacio. Hay espacio suficiente para la cabeza y los pies, además podemos regular de manera independiente los asientos para ganar espacio en el maletero o para los pies.

Adicionalmente nuestra unidad de pruebas contaba con una pantalla central para las plazas traseras, ideal para conectar nuestro reproductor portátil y mantener ocupados a los niños mientras viajamos.

Huecos y maletero

Un detalle práctico del Altea XL son las guanteras que tiene en el techo, en total cuatro, donde podemos guardar de todo (desde unas gafas o monedas hasta un paquete de chicles), a estas cuatro guanteras hay que sumarles las de las puertas que son amplias y diferentes posavasos en la plaza central trasera.

El maletero tiene una capacidad de 532 litros, con unas formas totalmente regulares y por lo tanto le podemos sacar el mayor partido, además cuenta con dos redes laterales para dejar objetos de menor tamaño y evitar que se muevan sueltos por el maletero.

En la tercera parte de la prueba nos centraremos en el equipamiento, precios y la valoración general sobre el modelo.

Fotos | Diego G. Moreira

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