El ángulo muerto, objetivo de los últimos sistemas de seguridad

Victor Alós Yus    @sepelaci    12 noviembre 2014     2 min.
El ángulo muerto, objetivo de los últimos sistemas de seguridad

Los elementos de seguridad y de asistencia a la conducción son cada vez más comunes en los nuevos modelos de coches y muchos de ellos buscan reducir o incluso eliminar el temido ángulo muerto o punto ciego de los retrovisores, que son responsables de muchos accidentes durante los desplazamientos en carretera

Cuando se circula por carretera, se nos exige que estemos completamente atentos a la circulación y que seamos capaces de anticiparnos a cualquier problema. Por ello, los coches cuentan con una serie de elementos que ayudan a percibir al resto de conductores y vehículos que circulan junto a nosotros.

Los espejos retrovisores ayudan a ver los coches que llegan por detrás y que pueden representar un riesgo a la hora de adelantar o a la hora de invadir el otro carril a la hora de tomar una salida. Pero incluso estos retrovisores tienen un punto muerto en el que no se puede ver lo que viene por detrás. Ese, precisamente, es el enemigo a batir por los nuevos sistemas de seguridad que están llegando.

Para evitar el riesgo que supone el ángulo muerto presente en los retrovisores, hay que seguir unas pequeñas recomendaciones, como girar levemente la cabeza para ver los vehículos que no se puede apreciar en el retrovisor cada vez que se vaya a invadir el carril de la izquierda. Pero por suerte, cada vez hay más sistemas que detectan estos obstáculos que no se pueden ver por el espejo y avisan de su presencia, evitando accidentes.

Los últimos modelos de este tipo de dispositivos permiten detectar los coches que llegan desde atrás y emiten una señal audible y visible para que el conductor esté atento y pueda reducir el riesgo de sufrir un accidente. Alguno de estos utilizan radares de proximidad de medio alcance, que se sitúan en el lateral izquierdo y en el parachoques traseros y detectan los objetos en movimiento que pueden representar un problema.

Los últimos modelos de coches están incluyendo estos sistemas que avisan si existe peligro y según se instalen en la parte posterior o en la parte anterior, pueden utilizarse para complementarse otros elementos de asistencia a la conducción. Los radares de este tipo pueden utilizarse también para ayudar a aparcar, en situaciones con poca visibilidad o cierta dificultad para maniobrar.

De todas maneras, el ángulo muerto sigue siendo un problema y se ha conducir procurando eliminar el riesgo de que otro vehículo se acerque por ese punto y produzca una situación de peligro. La precaución siempre es el primer elemento de seguridad que se tiene que utilizar al volante del coche y gracias a ella se evitan accidentes.

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