¿Cambiarías tu coche viejo por tres años gratis de transporte público? En Madrid podría hacerse realidad

Guillermo Lopez     13 julio 2018     4 min.
¿Cambiarías tu coche viejo por tres años gratis de transporte público? En Madrid podría hacerse realidad

Abono transporte gratuito durante tres años a cambio de tu viejo coche es lo que estudia el Ayuntamiento de Madrid para mejorar el tráfico y calidad del aire

Los presupuestos aprobados recientemente por el Ayuntamiento de Madrid cuentan con una sorpresa de última hora introducida entre las 26 enmiendas realizadas por el partido socialista antes de certificar su aprobación: incentivar el achatarramiento de los vehículos más viejos, obsoletos y contaminantes mediante la gratuidad del transporte público para su propietario.

Tan ocurrente medida, que podría entrar en vigor incluso antes de finales de este mismo año 2018, cuenta con una dotación económica de 600.000 euros para el presente ejercicio 2018, cuando el consistorio madrileño podría ponerla en marcha de forma experimental.

El Ayuntamiento desincentivaría así el uso de los coches más perjudiciales para el medio ambiente en la ciudad con la oferta de sufragar el abono transporte de quienes decidan achatarrar su coche, cambiando así el uso de vehículos viejos por transporte público.

Para acogerse al incentivo, los conductores deberían mandar al desguace coches a los que no les corresponda disponer de etiqueta medioambiental, es decir, los diesel anteriores a 2006 y los gasolina previos al año 2000.

Este “plan de incentivos” es de momento un proyecto en estudio, pues aún quedan muchas cosas por determinar antes de que se trate de un incentivo real. Está por determinar la duración del pago y los criterios de uso del abono transportes por parte de los propietarios que achatarren sus coches. , qué zonas abarcará, o qué ciudadanos podrían acogerse a esta medida.

La idea no es mala, pero choca con importantes cuestiones que están todavía por dilucidar, lo que demuestra que se trata de una medida todavía no suficientemente razonada y planificada. Hay que pensar que muchos de los coches viejos están dando servicios a familias que, por distintas razones, no pueden adquirir un coche nuevo. ¿El plan solo aporta cobertura de movilidad para el conductor o para todos los miembros de la familia? Si sólo reciben a cambio de su coche el pago del abono transportes para un único miembro de la familia, la operación no será factible para ellas y seguirán manteniendo su coche.

Por otra parte, en Madrid entran cada día más de millón y medio de vehículos procedentes de las ciudades y pueblos de alrededor de la metrópoli a los que se han tenido que marchar a vivir muchos madrileños por no poder pagarse una casa en el término municipal de la capital. ¿Podrán acceder a este plan de incentivos los censados fuera de Madrid? En este sentido, sería más interesante que el plan fuera objeto de atención por la Comunidad de Madrid y no sólo por el Ayuntamiento.

¿Está preparada la red de transporte público para soportar este tipo de incentivos? ¿Qué pasaría si los madrileños aceptan el envite y optan por el mismo? ¿Habría transporte de calidad suficiente para soportar el fuerte crecimiento de usuarios en la red pública de transporte? Los 600.000 euros con los que está dotado el plan se antojan claramente insuficientes, pues apenas darían para soportar durante un mes el precio del abono transportes de 11.000 propietarios de coches antiguos, o de 1100 durante un año.

Madrid no sería la primera ciudad española en disponer de un plan semejante, pues en Barcelona la actual corporación municipal puso en marcha la “tarjeta verde metropolitana” en 2016 para facilitar acceso gratuito al metro, a los autobuses interurbanos y de la red municipal, al tranvía y al resto de servicios de transporte público presentes en la zona 1 de Barcelona durante tres años a cambio de dar de baja su vehículo y comprometerse a no adquirir uno nuevo durante los seis meses siguientes.

Ciudades europeas como Paris mantienen distintos planes de incentivo para el achatarramiento de los coches más antiguos. Así, desde 2016 quienes lo hagan pueden recibir una ayuda de 400 euros para el pago del abono transporte o la compra de una bicicleta. También disfrutan de una subvención del 50 por ciento en el coste del alquiler de los vehículos eléctricos que el Ayuntamiento gestiona. Y quienes opten por la compra de un vehículo de eléctrico reciben hasta 9.000 euros en ayudas.

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