Casi todos los coches traen ESP ¿pero en qué consiste realmente?
El ESP nos ayuda en casos en que el coche pierda la estabilidad y quiera salirse de la trayectoria normal, principalmente en curvas y con el piso mojado, aunque no debe confiarse todo al ESP, sino que la responsabilidad debe ser un complemento de este sistema electrónico de estabilidad.
El ESP es el sistema electrónico que corrige las pérdidas de trayectoria provocadas por un excesivo subviraje o sobreviraje, actuando en mayor o menor medida sobre los frenos de manera selectiva, tal es el prólogo que podemos dar, de manera general, a la explicación de en qué consiste el ESP. Sin embargo y aunque parece una medida de seguridad activa bastante recomendable, no todos los coches vienen equipados con el ESP, algo que a estas alturas es poco menos que increíble.
El ESP no es un sistema aislado, sino que trabaja en conjunto con el ABS y el control de tracción, enviando datos a unos actuadores situados en su centralita específica que monitorean el estado del sistema varias veces por segundo. El proceso ejecutado con estos datos es básicamente un ajuste del poder de frenado sobre alguna de las ruedas. Cuando el coche está subvirando (cuando el coche intenta seguir de largo en la curva) el sistema frena de manera automática la o las ruedas interiores; cuando se da el caso de sobreviraje (que la zaga intente adelantarnos al entrar en una curva) el sistema frena la rueda exterior.
Como siempre pasa en estos casos de pánico de subviraje o sobreviraje extremo, lo primero en lo que pensamos es pisar el freno, lo cual podría desajustar lo que el ESP intenta hacer al mismo tiempo, que es frenar. Sin embargo, los actuales ESP están preparados para responder también ante el comportamiento del conductor en estos casos. Si se pisa el freno la dosificación del frenado actuará con más o menos fuerza, dependiendo de la fuerza de frenado del propio conductor. Algunos ESP están programados incluso para cortar la inyección si por alguna razón se acelera en vez de frenar.
Evidentemente el ESP actúa mejor en los casos de asfalto mojado o resbaladizo ya que es casi imposible determinar exactamente cuando una sola rueda se bloquea o tracciona. Pero entre los datos constantes que la centralita mide, están los de velocidad de giro de las ruedas, el ángulo de giro de la dirección, las revoluciones del motor y la marcha que está colocada en la transmisión (si es automático) de manera que el ESP es una ayuda invaluable ante casos de emergencia y está siempre listo para entrar en funcionamiento.
Todo lo anterior no significa que el ESP nos de carta blanca para hacer una locura con el coche, confiándonos de que el ESP lo arreglará todo. Los límites físicos están por algo y cuando el ESP los supera, el accidente toca a la puerta como a cualquier hijo de vecino.
Siéntete seguro de tener ESP pero no caigas en la irresponsabilidad de no dar más importancia a las normas mínimas de seguridad al conducir y a los cuidados que deben tenerse, solamente porque tu coche tiene ESP.
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