Dodge Charger SRT Hellcat y Scat Pack Widebody: músculo made in EEUU

Alvaro Avilés     3 julio 2019     4 min.
Dodge Charger SRT Hellcat y Scat Pack Widebody: músculo made in EEUU

El Dodge Charger SRT Hellcat y su hermano pequeño, el Dodge Charger Scat Pack, reciben el tratamiento Widebody para hacerlos aún más salvajes e incivilizados.

Los Muscle Car no son demasiado conocidos en nuestro continente, puesto que en el mercado europeo sólo podemos encontrar el Ford Mustang. La filosofía de este tipo de coches es completamente opuesta a las de los fabricantes europeos: motores gigantes que se ríen del downsizing y unos consumos completamente prohibitivos. Es por ello que un modelo tan mítico en EEUU como el Dodge Charger es imposible de conseguir en España salvo que lo haga un concesionario dedicado a la importación de este tipo de coches.

Sin embargo, son apasionantes, salvajes y fieles a sus orígenes. He aquí dos habitantes del peligroso zoo de los muscle cars: el Dodge Charger SRT Hellcat Widebody y el Dodge Charger Scat Pack. El primero es la locura hecha coche y el segundo, la versión más “racional” (cuando os contemos en qué consiste entenderéis porque lo ponemos entre comillas).

El Dodge Charger SRT Hellcat engorda más aún gracias al Widebody

Tomando como base a la berlina de la familia, el Dodge Charger, los mandamases de la marca han visto procedente meter bajo el capó el monstruoso motor Hellcat que ya monta el Dodge Challenger SRT. Por si no fuera lo suficientemente intimidante, su musculosa carrocería recibe el kit de carrocería Widebody que lo hace aún más gordo. Además, cuenta con una buena cantidad de elementos estéticos capaces de hacer desencajar más de una mandíbula al pasar.

Por ello, la variante Hellcat como el Scat Pack han incluido en su catálogo de opciones la carrocería Widebody. Gracias a este kit, ambas versiones se ensanchan en nada menos que 9 centímetros, además de recibir unos nuevos paragolpes con la misión de unir todo el tratamiento estético.

En los pasos de rueda podemos encontrar un nuevo juego de llantas de 20 pulgadas calzadas en unos rodillos de nada menos que 305 mm de anchura. Esto quiere decir que cada vez que el dueño tenga que cambiar neumáticos (que durarán aproximadamente una semana), las facturas serán de agarrarte el pecho.

Bajo capó del Dodge Charger SRT Hellcat habita un motor HEMI V8 de nada menos que 6.2 litros animado con un enorme compresor. Esto se traduce en 717 caballos y 881 Nm de par motor, y lo mejor de todo, tracción trasera. Ahora entiendes lo del cambio de ruedas semanal, ¿Verdad?

El Widebody no es sólo maquillaje

Sin embargo, los retoques no son sólo estéticos, sino que Dodge también ha trabajado en el chasis instalando unas barras estabilizadoras más gruesas, amortiguadores un 34% más duros y frenos sobredimensionados con pinzas de seis pistones. Por lo tanto, parece que la delicadeza y la sutilidad no son las principales virtudes de esta bestia.

Además, el Widebody incluye algunos elementos específicos:

  • Race Cooldown, capaz de refrigerar el compresor cuando el motor está apagado.
  • Line Lock, una asistencia para quemar rueda y que los neumáticos te duren 3 días en lugar de una semana.
  • Launch Control y Launch Assist, ambos encargados de controlar los 881 Nm de par para sentirte Vin Diesel entre semáforo y semáforo. Ya que hablamos de Vin Diesel, ¿Sabes que Netflix está creando unos dibujos animados inspirados en Fast & Furious?

Gracias a todo esto, el Dodge Charger SRT Hellcat Widebody hace el 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y completar un cuarto de milla de 10,96 segundos. En cuanto a su velocidad máxima, alcanza los 315 km/h. Estas cifras son suficientes para convertirlo en la berlina de serie más poderosa del mundo.

El Dodge Charger Scat Pack recibe el mismo tratamiento

Sin embargo, Dodge ha pensado en aquellos a los que les guste la brutal estética del kit pero la versión Hellcat les parezca demasiado. Por ello, ha hecho posible que el Dodge Charger Scat Pack también pueda integrar el Widebody.

Vamos a explicaros por qué hemos puesto entre comillas que el Dodge Challenger Scat Pack es la versión “racional”. Como hemos dicho antes, los muscle car van “a su bola”, por lo que la versión básica de esta bestia monta un motor más grande que el Hellcat, es decir, un HEMI V8 de 6.4 litros. La diferencia es que en variante no monta un compresor como el de un avión comercial, por lo que se queda en unos “modestos” 492 caballos. Además, monta un alerón diferente al de su hermano mayor y su tapicería también es específica.

Si viajas a EEUU y ves la amenazante mirada de estas dos bestias por tu retrovisor, te recomendamos que te apartes rápido y bajes las ventanas, puesto que será difícil ver algo parecido en nuestro continente.

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