Google quiere comenzar a vender su coche autónomo lo antes posible

Fernando Alvarez     2 mayo 2012     2 min.
Google quiere comenzar a vender su coche autónomo lo antes posible

Google pretende llevar más allá a su proyecto de vehículo autónomo y trata de encontrar socios entre las marcas para poder comercializaro en el futuro cercano.

Google pretende comenzar a vender al público muy pronto su coche autónomo y busca la manera de encontrar asociaciones con las marcas del mundo del automóvil. A pesar de ser uno de los grupos tecnológicos más poderosos del mundo, Google todavía necesita lograr el apoyo de las marcas, los que realmente saben de coches; por ello, los representantes del proyecto del coche autónomo, han estado mostrando parte de la tecnología en conferencias y reuniones con ingenieros y fabricantes.

Lo único que se necesita es convencer al personaje indicado en el momento indicado para que el proyecto del coche autonómico de Google, comience a rodar. Ya aprobado por la primera legislatura en el mundo en aprobar la circulación de un coche de este tipo, es de imaginar que será el último grito de la moda para los frikis o los geeks. Pero que no canten victoria aún; Google no va a dominar el mundo con el coche autónomo, al igual que Internet.

Lo primero que se necesita para dominar el mundo con estos vehículos son miles de millones de inversión para un proyecto como este. Incluso si el coche autónomo es un fracaso, Google no tendrá que estar tocando las puertas del cielo al borde de la quiebra. Las inversiones que hay que hacer en el mundo del automóvil son muy cuantiosas y se necesita personal altamente especializado, son necesarios años de desarrollo, pruebas de miles y miles de kilómetros, investigaciones de mercado y, por último, la seguridad de que la gente comprará el coche.

Pero además se necesitan unas redes viales preparadas para estos vehículos, que acepten la convivencia entre coches autónomos y coches «normales». Serían necesarias señales de tráfico especiales para que puedan ser observadas por estos vehículos, además de una cierta sincronización entre ellos para mantener el flujo del tráfico.

El coche autónomo de Google ha pasado a ser una curiosidad, pero no creo que vaya más allá. Todavía hay un fuerte sentimiento de pertenencia y de dominio a la hora de conducir; queremos tener el control del coche, ser nosotros los que decidamos lo que hace el coche a cada metro. A menos que hablemos de situaciones muy puntuales y muy específicas, un coche autónomo que sea tan masivo como lo es hoy un móvil o un ordenador, es algo que está a muchos años de distancia.

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