Mercedes-Benz SLC, el SLK se cambia de cara y de motores

Semana de novedades en Mercedes-Benz. Si hace unos días os contábamos el lanzamiento de la versión más potente del S Cabrio -el S 65 AMG Cabrio-, hoy ha sido la renovación del SLK.

El ya conocido por todos como SLK, tras tres generaciones, cambia su nomenclatura para adaptarse a las nuevas «normas de la casa», y a partir de ahora se llamará SLC.

Aprovechando el cambio de nombre, el SLC actualiza también su aspecto externo y su gama de propulsores, siendo ahora más eficiente y prestacional. Exteriormente, el SLC gana enteros con un frontal más agradable a la vista, que deja de lado los ángulos del SLK para pasarse al lado de las líneas fluidas, en consonancia con las últimas creaciones de la marca de la estrella.

No faltan tampoco nuevos colores para la carrocería, llantas de aleación renovadas y una trasera con unos pilotos más pequeños y estilizados, y un paragolpes con las salidas de escape integradas. En el interior los cambios son más sutiles, limitándose a un volante e instrumentación renovados, nuevas molduras y revestimientos y un sistema de infotainment más avanzado.

Mecánicamente el SLC acoge una nueva familia de motores más avanzados, con mejores cifras tanto de rendimiento como de eficiencia. Ahora, el escalón de acceso a la gama es el SLC 180, propulsado por un motor 1.6 Turbo de cuatro cilindros que ofrece 156 CV y 250 NM. Están asociados a una transmisión automática de 9 velocidades los SLC 250d, SLC 300 y SLC 43 AMG.

La otra gran novedad es la desaparición de la versión 55 AMG, hasta ahora movida por un 5.5 V8 atmosférico de 422 CV y 540 NM. Esta variante evoluciona en el SLC 43 AMG, que abandona el V8 para dar paso a un 3.0 V6 Biturbo con 362 CV y 520 NM. Pese a que el nuevo AMG es 60 CV menos potente, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.4 segundos, mejorando en 2 décimas el tiempo de su antecesor.

Fuente | Mercedes-Benz