Toyota RAV4 120D 4X4 Advance 20 aniversario, prueba (Motor, prestaciones, comportamiento y consumo)

Daniel Valdivielso    @valdi92    8 abril 2015     5 min.
Toyota RAV4 120D 4X4 Advance 20 aniversario, prueba (Motor, prestaciones, comportamiento y consumo)

Esta semana en nuestro apartado de pruebas tenemos con nosotros a uno de los precursores del segmento SUV. Hablamos del Toyota RAV4 120D 4X4, que en esta edición 20 aniversario se comporta más que nunca como un turismo, manteniendo también unas más que buenas cualidades offroad.

Esta semana, en nuestra sección de pruebas, tenemos uno de esos vehículos que se pueden considerar «precursores» de una auténtica corriente.

Hablamos del Toyota RAV4, que en esta cuarta generación tiene un enfoque muy familiar y recreativo con el que compite en uno de los segmentos más disputados del actual mercado.

Motor

La unidad que nos ocupa monta un propulsor diésel D4D (de ahí su denominación 120D), de 2 litros de cubicaje y arquitectura de cuatro cilindros. Este motor, estrenado con anterioridad en el compacto Auris, ofrece unas cifras suficientes para mover al SUV japonés: 124 CV a 3.600 rpm y 310 NM en un rango que va desde las 1.600 hasta las 2.400 rpm.

Este motor es relativamente moderno, y se ha construido para ser muy eficiente. Utiliza la última generación de tecnología al alcance del gran público, con un sistema de inyección directa de gran presión o un sistema de lubricación inteligente (la bomba de aceite está controlada electrónicamente para ofrecer siempre el caudal adecuado).

DSC_0225 copia

Es un motor de tacto moderno. Es decir, empieza muy pronto, y se acaba muy pronto. Gracias a la sobrealimentación mediante un turbo de geometría variable, ya desde las 1.500 rpm encontramos un empuje más que notable, empuje que apenas dura hasta las 3.000 rpm, momento en el que nos sentiremos más cómodos si engranamos una marcha superior. Su sonoridad no es elevada, pero sí es verdad que filtra alguna que otra vibración al habitáculo, sobre todo cuando está frío. Una vez coge temperatura, no hay ningún problema.

Prestaciones

El RAV4 120D no está diseñado para marcar tiempos en un tramo de curvas ni para salir chillando rueda de los semáforos. Sus prestaciones son suficientes, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos, y una velocidad máxima de 180 km/h. Aunque las cifras no arrojen unas prestaciones de infarto, la sensación una vez al volante es muy diferente, ya que la caja de cambios, manual de 6 velocidades, tiene unos desarrollos muy acertados, que permiten extraer todo el jugo del motor en cualquier circunstancia.

DSC_0222 copia

Tal es así, que en carretera, a 90 km/h, en 5ª, rodaremos en el entorno de las 2.000 vueltas, lo que implica estar en el rango de par máximo. Algo parecido pasa rondando en vías rápidas a 120 km/h, lo que se traduce en una agradable sensación de empuje en cualquier momento. El RAV4 no se achanta ante las pendientes a no ser que éstas tengan una inclinación seria, momento en el que el propio coche nos pide reducir.

Comportamiento

El RAV4, en esta cuarta generación, se ha enfocado más que nunca a ofrecer un buen comportamiento en carretera -aunque no se ha olvidado del campo, algo de lo que hablaremos más adelante-.
Gracias a su nuevo bastidor, el SUV japonés es confortable en vías rápidas (aunque la suspensión, McPherson delante y de doble horquilla detrás, es un punto seca y rebotona), haciendo que la familia viaje con comodidad. Cuando apretamos algo el ritmo o nos adentramos en carreteras de curvas, el RAV4 sorprende por un comportamiento más parecido al de un turismo de lo que nos esperábamos, y es que los balanceos son prácticamente inexistentes, y la capacidad de frenada y aceleración son más que suficientes para desplazarnos a buen ritmo.

Tan sólo la dirección deja algo que desear debido a la escasa transmisión de información de la misma, así como un exceso de asistencia. Esto último, que viene muy bien en ciudad, deja de ser tan agradable en carretera.

RAV4-5

Pero, no se nos olvide, el RAV4, y más la versión 4X4 que estamos probando, pide campo. El RAV4 ha sido siempre uno de los SUV más capaces del segmento, y en esta generación la historia se repite. Con una distancia mínima al suelo de 187 mm, los ángulos de ataque y salida son de 20º y 23º respectivamente, mientras que la profundidad máxima de vadeo alcanza los 500 mm. En la práctica, si combinamos estas cifras con un sistema de tracción total inteligente, tenemos como resultado un vehículo perfectamente válido para transitar con total seguridad por caminos, siendo posible también disfrutar de algún camino algo más complicado, siempre teniendo en cuenta que hablamos de un SUV eminentemente urbano con neumáticos de asfalto y una configuración mecánica muy simple.

Hablando de sus sistema de tracción total, el RAV4 4X4 monta un embrague multidisco acoplado justo antes del diferencial trasero. Este embrague, controlado electrónicamente, es el encargado de distribuir la fuerza entre ambos ejes. El trasero, en condiciones normales, no recibe ningún tipo de potencia, aunque el reparto puede variar desde 100/0 a 50/50. Adicionalmente, contamos con un botón en el salpicadero con la rotulación «Sport«. Este modo lo que hace es enviar un 10% de la fuerza directamente al eje trasero sólo con girar el volante. De esta manera, siempre tendremos, aunque sea mínimo, un remanente de potencia en el eje trasero.

Consumo

El RAV4 120D 4X4 homologa unos consumos realmente bajos para el vehículo del que estamos hablando, con una cifra combinada de 5.2 litros, que asciende hasta los 6.2 litros en ciclo urbano, pero que desciende hasta los 4.6 en ciclo extraurbano. Teniendo en cuenta el método de homologación de los consumos actuales, no es descabellado hablar de una diferencia de 1.5 litros aproximadamente, algo que casa perfectamente con la cifra que ha arrojado el ordenador de nuestro RAV4 en los 1.100 km que ha durado nuestra prueba.

RAV4-1

La cifra final, en la que se han incluido varios viajes por autovía de más de 200 km, así como tráfico urbano y paseos por el campo, ha ascendido a 6.9 litros cada 100 km. Teniendo en cuenta que hablamos de un vehículo de más de 1.600 kg y un volumen más que notable, nos parece una cifra bastante buena.

Fotografía | Daniel Valdivielso


Deja un comentario