Así es el Volkswagen I.D. R Pikes Peak, el eléctrico que busca batir el récord de la mítica cita americana

Guillermo Lopez     24 abril 2018     8 min.
Así es el Volkswagen I.D. R Pikes Peak, el eléctrico que busca batir el récord de la mítica cita americana

Volkswagen apuesta por entrar en la movilidad eléctrica a lo grande y se ha propuesto lograr batir el récord de vehículos eléctricos en la subida a Pikes Peak

El próximo 24 de junio en la línea de salida del Pikes Peak, situada a 2.900 m de altura, Volkswagen pondrá en liza su primer vehículo eléctrico de competición buscando lograr en su primera aparición el record de la prueba de un vehículo eléctrico en su ascensión hasta la meta de la mítica prueba de Colorado (EE.UU.) situada a 4.300 m de altura en la cima del Pikes Peak.

Estamos en un momento en el que la electromovilidad es fundamental de cara al futuro de los distintos fabricantes y Volkswagen no está dejando nada a la improvisación, pues es de los que más se juegan en el envite. El grupo está trabajando duro para desarrollar sus nuevos modelos y, sin duda, la experiencia adquirida en la competición es básica para ello, de ahí el interés que la marca de Wolfsburg está poniendo en esta primera aparición eléctrica en una competición con un vehículo eléctrico de su marca.

Velocidad, potencia, innovación,… el Volkswagen I.D. R Pikes Peak tendrá que afrontar los 1.440 m de desnivel entre la salida y la llegada, en un recorrido de apenas 19,99 kilómetros tremendamente revirado, con 156 curvas y a un solo intento para superar a todos sus rivales pasados y presentes y batir el récord de la prueba el próximo 24 de junio pese a las fuertes condiciones climatológicas cambiantes de la montaña, donde no es difícil pasar de las temperaturas primaverales en la línea de salida a las temperaturas bajo cero que suelen darse en la línea de meta.

A medida que se asciende, la presión del aire disminuye y el oxigeno en el aire reduce su presencia. Por esta razón los motores de combustión reducen su rendimiento en proporción a la menor cantidad de oxigeno disponible. Por ello, el motor reduce su rendimiento respecto del que puede ofrecer al nivel del mar. En la salida de Pikes Peak eso significa disponer de un 29 por ciento menos de potencia, cantidad que se eleva al 43 por ciento si la arrancada fuera en la cumbre.

Pero en los vehículos eléctricos esto no sucede, puesto que la entrega de potencia del motor no depende de una combustión que precisa de oxigeno, sino que al recibir directamente toda la energía almacenada en las baterías, el rendimiento del sistema es del 100 por cien desde el primer momento en el que pisamos el acelerador a fondo. El problema aquí viene más derivado de la forma en la que se transfiere todo el par del coche al asfalto y en la capacidad de tracción que el neumático sea capaz de desarrollar.

El diseño y aerodinámica, principal reto para los ingenieros

En este sentido la aerodinámica del coche es esencial. Rápidamente los ingenieros optaron por un vehículo de cabina cerrada y, aunque los componentes de la mecánica eléctrica precisan de una rápida refrigeración de sus componentes, esta no precisa ser tan rápida como en un motor de combustión, lo que ha permitido “cerrar” muchas de las entradas de aire habituales en los coches de competición, lo que ha supuesto un importante beneficio para la aerodinámica del coche.

Creado a partir de una hoja en blanco, el I.D. R Pikes Peak es un reto: “Desarrollar un automóvil específicamente para estos 20 kilómetros es realmente algo muy especial para los ingenieros”, afirma François-Xavier Demaison —FX para sus más allegados—, director técnico de Volkswagen Motorsport y responsable del desarrollo del coche. El resultado es un prototipo de vehículo de competición completamente eléctrico, lejano por completo a los tradicionales muscle cars que compiten en la prueba y mucho más cercano estéticamente a los eléctricos de competición desarrollados para pruebas de alta velocidad.. Un vehículo en el que se ha procurado lograr el máximo nivel de rendimiento posible, buscando alcanzar el equilibrio ideal entre la capacidad energética, el peso del coche y la potencia de su mecánica trasladada a la carretera.

En el I.D. R Pikes Peak han trabajado desde el inicio buena parte de los ingenieros que participaron en la creación del espectacular Golf bimotor de los años 1985, 1986 y 1987, del cual el eléctrico de competición también adopta la “R” de su nombre, en clara sintonía con los tradicionales productos de mayor rendimiento de la marca alemana. Las siglas I.D. por su parte, son las que le identifican con la nueva generación de productos inteligentes, eléctricos y de futuro de Volkswagen. Conceptos ambos que se aplican en los dos motores eléctricos que impulsarán en su ascensión al Volkwswagen I.D. R Pikes Peak con sus 500 kW (670 CV) de potencia.

Sin regulaciones técnicas restrictivas, salvo en lo relativo a las normas de seguridad (se exigen los mismos criterios que en un Fórmula). Dimensiones, rendimiento de los motores eléctricos, diseño, aerodinámica, dimensiones del sistema de almacenamiento de energía,… los ingenieros de la marca únicamente han tenido una limitación que cumplir: buscar la mayor reducción de peso posible en todos los elementos y componentes a situar en el coche, y que el equilibrio del mismo sea lo más perfecto posible.

Las baterías y una carga rápida, aspectos esenciales para una prueba como Pikes Peak

Las baterías de iones de litio se utilizan para almacenar la energía de igual manera que en los vehículos de producción en serie, aunque las celdas que las componen están especialmente desarrolladas para ofrecer un elevado rendimiento. Su densidad y la potencia que ofrecen son decisivas, porque a diferencia de los vehículos de producción en serie, donde la búsqueda de la autonomía es esencial, en Pikes Peak lo que se buscará es la mayor entrega de potencia posible para superar las rampas con una media de pendiente del 7,5%, pues apenas hay 20 km que recorrer.

Uno de los requisitos que el I.D. R. Pikes Peak sí que ha tenido que cumplir es el de la carga rápida de sus baterías. Los ingenieros de Volkswagen han tenido que desarrollar un sistema de recarga rápida del coche para poder hacer frente a posibles contingencias como por ejemplo la suspensión de la carrera durante un intento de registro, pues el equipo afectado únicamente dispone de 30 minutos para estar nuevamente listo en la salida. Por ello, los técnicos de la marca alemana han desarrollado un nuevo sistema de carga rápida capaz de recargar por completo las baterías en menos de esos 30 minutos.

Por ello, el peso del vehículo es de gran importancia para acometer el reto planteado. Máxime en un vehículo eléctrico donde el almacenamiento de la energía significa disponer de una batería más pesada a bordo. La versión de carretera del I.D. R Pikes Peak tiene un peso inferior a los 1.100 kg, incluido el del conductor, lo que demuestra el buen trabajo realizado por los ingenieros de la marca en el aligeramiento de peso del coche.

Los ingenieros también han tenido en cuenta a la hora de crear el coche que durante la propia ascensión a la cima, el I.D. R Pikes Peak generará por sí mismo aproximadamente el 20 por ciento de la energía que consumirá gracias a la recuperación de la energía que se produce durante las acciones de frenado, lo que ha permitido calibrar el tamaño de la batería y adecuarla a las necesidades reales de almacenamiento de energía en la salida. Los ingenieros de los distintos departamentos técnicos involucrados en Wolfsburg calcularon que aproximadamente la quinta parte de la energía que se utilizará durante toda la carrera es la que producirán las distintas frenadas durante la misma. Y los cálculos han de ser especialmente precisos, puesto que la enorme entrega de potencia que precisa realizar coche durante la arrancada no puede dejar en ningún momento las baterías sin la carga suficiente para proseguir en su fuerte avance durante toda la carrera.

El Volkswagen I.D. R Pikes Peak deberá mejorar el registro de 8m 57,118 s que Rhys Millen estableció como mejor marca de un vehículos eléctrico en su ascensión a la mítica cima en 2016 al volante de su vehículo eléctrico e0 PP10 bajo el patrocinio del Hyundai Project Ionic. El prototipo de Volkswagen cuenta para ello con una impresionante capacidad de aceleración que, en función del estado del suelo en la arrancada, le permite pasar de 0 a 100 km/h en apenas 2,25 segundos, más rápido que cualquier modelo actual de cuantos compiten tanto en la Fórmula 1 (2,6 s) como en la Fórmula E (2,9 s).

Antes de tomar parte en la carrera, Volkswagen va a mostrar el I.D. R Pikes Peak en la localidad francésa de Alés, momento a partir del cual comenzarán las pruebas y test del coche en diferentes circuitos a modo de preparación para la carrera. En esta, será el experimentado piloto francés, Romain Dumas (39 años), ganador en tres ocasiones en el ascenso a Pikes Peak y en dos en las 24 Horas de Le Mans.

Datos técnicos del Volkswagen I.D. R Pikes Peak

Anchura de vias 1600 mm
Distancia entre ejes 2850 mm
Longitud 5200 mm
Anchura 2350 mm
Altura 1200 mm
Peso total en orden de marcha 1100 kg (conductor incluido)
Neumáticos Michelin 31/71-18
Diseño Estructura de seguridad y refuerzos antichoque en parte delantera, monocasco de fibra de carbono con jaula antivuelco y refuerzos de acero
Bastidor y Chasis
Suspension Double wishbone
Potencia máxima 500 kW (680 PS) (670,6 CV)
Par máximo 650 Nm
Tracción Permanent four-wheel drive with active torque distribution
Motor Fully Electric
Aceleracion 0-100 km/h 2,25 segundos, dependiendo del nivel de agarre

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