Autocar prueba el Lamborghini Aventador

En concreto Steve Sutcliffe, uno de los redactores de la revista británica Autocar. El Lamborghini Aventador (si efectivamente ese es su nombre) se presentará públicamente en marzo del año que viene. Sin embargo, hay gente con mucha suerte que no necesita esperar tanto.

La historia de esta prueba se remonta al 12 de marzo de 2009, fecha en la que el citado periodista se sube a uno de los prototipos del futuro Lamborghini. La unidad estaba en pleno desarrollo, pero las sensaciones que transmite son muy claras desde el principio: un coche más ágil y refinado que el Murciélago, con un motor que responde más rápido al acelerador y una mejora en el balance general. Fue una toma de contacto rápida y sin posibilidad de sacar grandes conclusiones. La historia continua un año y medio después.

El 16 de septiembre de 2010, el señor Sutcliffe se encuentra delante de tres prototipos diferentes. El primero es el mismo que ya había probado en marzo de 2009, el segundo es una evolución avanzada del primero, y el tercero es el que más se aproxima a como será la versión definitiva del Aventador. Sutcliffe prueba esta úlitma unidad.

Lo primero con lo que se encuentra al sentarse es un puesto de mando mucho mejor rematado y muy cercano a lo que se espera de un vehículo de producción en serie. De hecho, tiene un mayor parecido a «producto final» de lo que el Murciélago jamas aparentó.

Cuando arranca el motor y se pone en marcha, las sensaciones vuelven a ser muy positivas. Se siente más rápido – mucho más – que el Murciélago. La patada que se experimenta al pisar el acelerador a tope en segunda es atroz, así como lo es su aceleración y la velocidad que alcanza a medida que va agotando las 7 velocidades de su rapidísima caja de cambios.

Circulando a 322 Km/h sobre el óvalo del circuito de Nardó, Sutcliffe empieza a notar pequeños rebotes en la zona delantera, por lo que cuando llega a 334 Km/h deja de acelerar para comentar a los ingenieros sus impresiones. Parece ser, según le explican, que debido a la fuerza centrífuga que se genera en las suspensiones al rodar sobre el óvalo, se producen pequeños golpes que explican los rebotes que Sutcliffe había sufrido. Nada grave, para eso están los prototipos.

Uno de los comentarios que más me ha impresionado es aquel en el que dice que, al comparar el Aventador con el Murciélago SV, de repente, este último se siente tosco y anticuado, y mucho menos estable en frenadas y curvas. Las habilidades dinámicas del nuevo modelo son mucho mejores que las del SV.

Aunque aquí os he expuesto algunas de las principales conclusiones que Sutcliffe obtiene, te recomiendo encarecidamente que leas el artículo completo porque lo vas a disfrutar.

Vía | Autocar