Circuitos de España: Autódromo de Terramar

Mónica Redondo    @MonicaRedondoD    27 julio 2019     5 min.
Circuitos de España: Autódromo de Terramar

El Autódromo de Terramar se construye en 1923 en, tan solo, 300 días. En su inauguración albergó la celebración del segundo Gran Premio de España de Automovilismo. Actualmente, se utiliza para eventos relacionados con el mundo del motor.

El Circuito de Terramar o más conocido como Autódromo de Terramar es un trazado de tipo oval que fue inaugurado en 1923. Además, es importante destacar que este trazado se encuentra en desuso desde la década de 1950. Está situado en San Pedro de Ribas, Barcelona.

El ya mítico trazado tiene una longitud de dos kilómetros, es ovalado por lo que únicamente cuenta con dos curvas; norte y sur, y sus peraltes de más de 60 grados merecen una mención especial.

Cuando se llevó a cabo su construcción, Europa solo tenía dos autódromos; Brooklands y Monza mientras que Estados Unidos ya contaba con Indianápolis. El Autódromo de Terramar acogió el segundo Gran Premio de España de la historia como parte de los actos inaugurales en 1923. Esta carrera fue ganada por Darío Resta a los mandos de un Talbot.

Autódromo de Terramar, ¿cómo fueron sus inicios?

El antiguo Autódromo de Terramar de 1923, que fue el primer circuito permanente de competiciones automovilísticas de España y el cuarto del mundo. El icónico trazado fue ideado por Frederic Frick Armangue y diseñado por Jaume Mestres i Fossas. Se construyó en, tan solo, 300 días y tuvo un coste cercano a los cuatro millones de pesetas. La inauguración se llevó a cabo el 28 de octubre de 1923, coincidiendo con la celebración del segundo Gran Premio de Automovilismo en el que ocho coches dieron 100 vueltas. A esta cita acudió Alfonso de Borbón, Miguel Primo de Rivera y Francesc Armengol.

El coste de la inversión en el circuito sumado al escaso público que visitaba las instalaciones hizo que no se pudieran entregar premios monetarios a los pilotos que salían vencedores. Este hecho hizo que la repercusión del circuito bajara notablemente y hay que añadir las numerosas quejas de los pilotos por los elevados peraltes.

Dos años más tarde, en 1925 se dejaron de realizar carreras y en 1929 Edgar Morawitz se hizo con la propiedad. Así, tres años más tarde, en 1932 se volvió a oler a gasolina en el trazado ya que se disputó una prueba del Campeonato de España de Motociclismo. Tras una oposición al gobierno actual del país, Morawitz tuvo que abandonar la gestión del circuito.

Años después, el propietario pone en venta el trazado y lo adquiere José-Emilio Ferrer Dalmau. El nuevo inquilino mantiene la finca y los huertos y ya no se utiliza para disputar carreras debido al gran peraltado. El 29 de mayo de 1955 corrieron vehículos y motos por última vez. En 1956 la Vuelta a Cataluña hizo un recorrido de 60 kilómetros que se convirtió en el último evento oficial que se disputó.

¿Cómo se encuentra Terramar en la actualidad?

Actualmente, el Circuito de Terramar se ha convertido en un espacio privado aunque las dos curvas peraltadas se encuentran en buen estado. En 2009 se realizó una limpieza exhaustiva de las pistas, lo que facilita que los aficionados puedan dar algunas vueltas de recreo, eso sí, bajo permiso del propietario. Además, desde el año 2010 se pueden realizar visitas guiadas.

En 2012, Carlos Sainz, bicampeón del Mundo de rallyes y ganador del Dakar, y Miguel Molina, único piloto español con victorias en el DTM, pusieron a prueba a un Audi R8 LMS en el mítico trazado. Teniendo en cuenta las condiciones y situación de la pista, el piloto madrileño estableció un récord de 42,6 segundos con una velocidad media de 170 km/hora. Con esta cifra mejoró el récord de 45,8 segundos que estaba en posesión de Louis Zborowski con su Miller en 1923.

De hecho, de un tiempo a esta parte, se han celebrado varios eventos, así como experiencias de conducción y pruebas de clásicos, siempre en acuerdo con la propiedad del circuito. Algo que es posible gracias a una importante labor de limpieza y desbroce de la pista, que estaba invadida por la vegetación, dentro de un plan de reactivación del lugar. En cualquier caso, podríamos decir que se mantiene intacto, sin modificación alguna, desde su inauguración.

En 2016, el Autódromo de Terramar acoge la presentación del SEAT León CUPRA, evento que coincidía con la celebración del 20º aniversario de la historia de CUPRA y en el que unos pocos afortunados pudieron ‘probar’ las curvas del trazado.

Ahora, en 2019, el circuito y la finca están inmersos en un proyecto para convertirse en un centro de eventos relacionado con el mundo ecuestre y el sector de la automoción, convirtiendo sus pistas en un centro de actividades económicas. Es importante destacar que en el circuito todavía se mantienen las edificaciones que habían acogido la actividad agrícola y ganadera, así como las construcciones de las que destaca el ‘Clot dels Frares’ y una masía con una torre fechada entre los siglos XV y XVI.

El pasado mes de mayo se presentó, oficialmente, el nuevo proyecto. El informe tiene previsto que se ubique un centro de eventos deportivos, culturales y de ocio en la pista y su entorno.

 ¿Qué es lo más llamativo de Terramar?

Lo primero que llama la atención del circuito es la superficie por la que se tiene que rodar. Son placas de hormigón de doce centímetros de grosor. Todavía son originales aunque existan algunas algo deterioradas. En algunas zonas, el peralte puede alcanzar los 90º, el triple de lo habitual.

Ambas curvas son a izquierdas y para pasarlas a más de 150 km/hora hay que pensárselo dos veces, la cosa tiene truco porque si las piensas pasar despacio, el vehículo se podría caer peralte abajo.

 

Fotografías: Autódrom Terramar

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