Comparativa: Toyota Yaris 100H Hybrid vs Yaris 110, ¿híbrido o gasolina?

Daniel Valdivielso    @valdi92    28 marzo 2018     6 min.
Comparativa: Toyota Yaris 100H Hybrid vs Yaris 110, ¿híbrido o gasolina?

El Toyota Yaris es uno de los urbanos más apreciados del mercado: hemos comparado dos versiones, híbrido y de gasolina, para encontrar la más interesante.

La compra de un vehículo nuevo siempre es una decisión difícil e importante. El desembolso suele ser grande, y es preferible tenerlo bien claro antes de lanzarse.

La ciudad es un terreno cada vez más hostil para los coches, pero un pequeño urbano sigue siendo una buena idea. Hoy te ayudamos a escoger entre gasolina e híbrido con estos dos urbanitas japoneses.

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El Toyota Yaris se posiciona como uno de los vehículos urbanos más vendidos en los últimos años. Ahora recibe varias mejoras para continuar con su gran éxito.

La hibridación es, posiblemente, una de las alternativas más inteligentes de cada a una movilidad urbana cada vez más difícil de gestionar. Toyota es la marca de referencia en este aspecto, con más de 20 años de experiencia. El Yaris es su híbrido más barato, y en Highmotor nos hemos decidido a comparar su mecánica electrificada con su alternativa de gasolina.

Un diseño clásico y funcional

El Yaris se ofrece con carrocerías de tres y cinco puertas, siempre con una estética muy clásica, típica de un urbano. Es cierto que con el paso de los años ha conseguido adoptar una imagen más agresiva, más deportiva. Destaca sobre todo el frontal, con molduras decorativas, y los grupos ópticos, perfectamente integrados en el conjunto delantero.

Un lateral, muy sencillo, aporta clasicismo con una superficie acristalada relativamente angulosa, sumándose a dos líneas de tensión ascendentes que aportan algo de «músculo» al conjunto. Destacable también la posición de los ejes, muy en los extremos, una característica que además mejora la estabilidad en circulación. Las llantas, de 16″ como máximo, cuentan con diseños atractivos.

En la parte trasera el Yaris siempre ha presumido de contar con grupos ópticos de relativo poco tamaño, característica que terminó con su última actualización al incorporar unos grupos ópticos que por primera vez se extienden también hacia el portón. Adoptan, además, tecnología LED en los acabados más altos. La forma en «X» que se percibe en el frontal cuenta con su réplica también en la parte trasera.

Un interior que ha aguantado muy bien el paso del tiempo

El interior del Yaris destaca, sobre todo, por la solidez y calidad de su construcción. No se trata del habitáculo con los materiales más nobles del mercado, pero sí disfruta de unos ajustes entre piezas muy notable. Todo lo que está a la vista está bien rematado, e incluso encontramos una plancha frontal en el salpicadero de material acolchado que puede además ir pintada en colores como rojo o azul.

Las líneas del salpicadero son simples y funcionales, sin grandes adornos ni florituras. Con gran presencia de huecos portaobjetos, el Yaris ofrece una gran comodidad a bordo. La instrumentación, con una pantalla a color de generoso tamaño, destaca visualmente, integrando el salpicadero una pantalla de infoentretenimiento con una calidad de funcionamiento mejorable. El Yaris ofrece además climatización automática bizona, una característica que hasta hace no mucho tiempo se reservaba para segmentos superiores.

La visibilidad desde el interior es correcta, mientras que el espacio a bordo es más que suficiente para la utilización que se le presupone a un vehículo de estas características. 5 plazas (más bien 4 plazas + 1 plaza central trasera adicional) con un maletero suficiente para los bultos del día a día.

¿Gasolina, o híbrido? ¿Automático, o manual?

Una vez presentado el Yaris, llega el momento de la elección. Mecánicamente encontramos la gran diferencia. Si optamos por la versión híbrida, estaremos eligiendo una mecánica de probada procedencia, concretamente de la 2ª generación del Toyota Prius. Se trata de un motor 1.5 de gasolina al que se le suma un propulsor eléctrico.

De forma conjunta disponemos de 101 CV que impulsan las ruedas delanteras a través de una transmisión automática continua mediante engranajes epicicloidales. Sus prestaciones son discretas: acelera de 0 a 100 km/h en 11.8 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 165 km/h. Su consumo medio está fijado en 3.6 litros/100 km.

Por su parte, la propuesta más «tradicional», más clásica, viene de la mano de un motor de gasolina de, eso sí, nueva factura. El Yaris 110 (esa es su denominación comercial) ataca con un propulsor 1.5 VVT-iE con 111 CV y 136 NM. Está asociado a una caja de cambios manual de 6 relaciones, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 175 km/h.

Este motor destaca por su suavidad y su elevada carga tecnológica: su relación de compresión es muy alta (13,5:1) y es capaz de variar su funcionamiento entre el clásico Ciclo Otto y el más eficiente (pero menos prestacional) Ciclo Atkinson. Todo ello con una eficiencia térmica extraordinaria: 38.5%. Su consumo medio homologado es de 4.8 litros/100 km.

Para compararlos, hemos preparado 3 rutas diferentes: ciudad, carretera convencional y autopista. Las condiciones de la prueba han sido idénticas para ambos vehículos, realizándose a la vez, uno detrás del otro para conseguir la misma velocidad media, con el climatizador encendido y ajustado a 22ºC y sin utilizar control de crucero en ningún momento.

El ciclo urbano, consistente en un recorrido de 22 km por el centro de Madrid, dejó claras las diferencias entre el Yaris híbrido y su homólogo de gasolina al marcar un consumo medio de 4.2 litros frente a los 6.3 litros de su rival. La velocidad media fue de 19 km/h. Es, en cualquier caso, el escenario más favorable para el híbrido y más difícil para el Yaris de gasolina.

Salimos a carretera. En nuestro recorrido (compensado, mitad ida y mitad vuelta para terminar en el mismo punto) por carreteras convencionales, con tramo de curvas incluido, empezó a igualar las cifras. Con una velocidad media de 75 km/h, el Yaris híbrido se conformó con 5.1 litros, mientras que el Yaris de gasolina redujo su consumo hasta los 5.7 litros.

Fue en autopista donde las diferencias fueron prácticamente inapreciables. Y es que en un recorrido de ida y vuelta por la A1 de 58 kilómetros con una velocidad media de 109 km/h, el Yaris híbrido gastó 5.8 litros, mientras que el Yaris 110 se quedó de nuevo en 5.9 litros, diferencia prácticamente inapreciable.

Una vez sacadas las conclusiones en términos de consumo, falta hablar de precios. Las unidades que la marca nos cedió para la realización de la prueba no eran exactamente equivalentes en términos de equipamiento ya que el Yaris 100H equipaba el acabado Feel! bitono mientras que el Yaris 110 era un Active.

Si igualamos equipamientos «por abajo» y comparamos ambas versiones en acabado Active, el Yaris 100H tiene un precio actual, promociones incluidas, de 15.600€, mientras que el Yaris 110 Active tiene un precio en la actualidad de 13.300€, lo que supone una diferencia a favor de este último de 2.300€.

El acabado Active ya cuenta con todo el equipamiento necesario para las pretensiones de estos urbanos: cierre centralizado con mando a distancia, sensor de luz, elevalunas eléctricos en las 4 puertas, ESP, control de crucero o sistema de seguridad preventiva Toyota Safety Sense, entre otros.


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