El CSIC identifica un mecanismo anticorrosivo que puede revolucionar las baterías de los eléctricos

Mónica Redondo    @MonicaRedondoD    26 julio 2019     3 min.

El CSIC identifica un mecanismo anticorrosivo que puede revolucionar las baterías de los coches eléctricos. Además, el magnesio podría llegar a sustituir al litio en el sector de la automoción.

El CSIC identifica un mecanismo anticorrosivo que puede revolucionar las baterías ‘limpias’ para los coches eléctricos. Los resultados podrían llegar a favorecer el diseño de baterías más ligeras y menos contaminantes para automóviles eléctricos, así como su uso como material para el sector de transporte.

Es importante destacar que el magnesio es un material estructural muy ligero, incluso más que el aluminio. Por este motivo resulta muy interesante para aplicarlo en lugares donde se busca una reducción del peso de las estructuras. Esto sucede en el diseño de los chasis y las estructuras de los coches eléctricos, ya que una reducción de peso supone una reducción del consumo de combustible e incluso reducir las emisiones de gases contaminantes de forma importante.

Magnesio, ¿el sustituto del litio?

El magnesio es un material muy interesante para la sustitución del litio en las baterías de los coches eléctricos y es que es un material abundante en la naturaleza, económico, no contaminante y no forma depósitos que provocan cortocircuitos en las baterías de litio, dendritas. De esta forma, se podría acabar con el problema que muchos fabricantes de automóviles están teniendo en cuenta sobre la viabilidad de las baterías y el stock de materias primas.

No todo es bueno y es que cuenta con inconvenientes como su alta reactividad y el desconocimiento del mecanismo por el cual se disuelve; lo que dificulta su uso de forma generalizada. Ahora, el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, CENIM, está llevando a cabo un trabajo que ha desvelado, por primera vez, un mecanismo capaz de reproducir con alta fidelidad el comportamiento real de un electrodo de magnesio sometido a una disolución acuosa, simulando el proceso de corrosión que ocurre en el medio ambiente. Los resultados se publicarán en la revista especializada Electrochemistry Communications.

«El modelo cinético, desarrollado mediante química computacional, propone un mecanismo de reacción que explica los principios que gobiernan la evolución anómala de hidrógeno y la disolución del magnesio. Las leyes de la cinética electroquímica predicen que, en un sistema que está controlado por la transferencia de carga entre el metal y el medio electrolítico con el que está en contacto, la velocidad de la reacción de reducción o ganancia de electrones (catódica) disminuye de manera exponencial al aumentar la polarización del metal en sentido de la oxidación (anódico)”. Sin embargo, en el caso del magnesio, se observa el comportamiento opuesto; es decir, cuanto más rápido se disuelve el metal, la velocidad de la reducción del agua para generar gas hidrógeno (H2) en lugar de disminuir, como cabría esperar, se incrementa», ha asegurado Santiago Fajardo, autor del estudio e investigador del CSIC en el CENIM

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