Lo que debes saber de los combustibles alternativos: Bioetanol y biodiésel

Victor Alós Yus    @sepelaci    1 diciembre 2019     3 min.
Lo que debes saber de los combustibles alternativos: Bioetanol y biodiésel

Los combustibles alternativos tienen una presencia muy limitada en el mercado de la automoción, pero están presentes y consiguen menos emisiones contaminantes

La llegada de los coches eléctricos es casi inevitable y se quiere conseguir que sea el estándar de la industria del automóvil. La búsqueda de las 0 emisiones se ha convertido en el objetivo principal para las marcas y por ello invierten mucho para llegar a este fin. Pero, aparte de esos modelos eléctricos e híbridos, hay otro tipo de vehículos que se mueven gracias a otros combustibles.

Estos combustibles alternativos tienen menos publicidad y se conocen menos, pero son una excelente opción para moverse en un vehículo sin grandes emisiones de gases contaminantes y permitiendo que funcionen de manera eficiente. Estos combustibles son el bioetanol y el biodiésel, entre otros. Te ofrecemos algunos datos para conocer mejor los combustibles alternativos.

Surtidor Biodiésel y Bioetanol

Bioetanol

El bioetanol es un combustible que está compuesto por aceites vegetales. Su principal fuente son los elementos obtenidos de las cañas de maíz y de algodón. Estos productos se someten a un proceso químico que permiten que se pueda utilizar como combustible para vehículos. Se puede usar sin mezclar o con distintas mezclas con otros combustibles.

El bioetanol tiene otras fuentes, como podría ser el obtenido de la remolacha, las melazas, el sorgo dulce, la patata, la yuca, la madera y algunos residuos agrícolas provenientes de cítricos, así que España podría ser un país productor de este tipo de combustible.

La cantidad de etanol que tiene la mezcla determina cuando es más práctico para cada tipo de motores. Por ejemplo, las mezclas con mayor contenido de etanol son poco adecuadas para los motores tradicionales que equipan la mayor parte de vehículos. En este caso, los motores que tienen que trabajar con bioetanol necesitan materiales de mayor resistencia.

El etanol tiene un octanaje mucho más alto que la gasolina, sobre los 105 octanos, así que los materiales presentes en el motor deben de ajustarse para resistir la presencia y el uso del etanol como combustible de vehiculos. El sistema de arranque en frío necesita un sistema diferente que en el caso de la gasolina o el diésel. La adición de gasolina a la mezcla permite que el motor arranque con más facilidad, así que normalmente se utiliza una mezcla E85, que tiene un 15% de gasolina y un 85% de etanol.

Con esta mezcla se consigue reducir hasta un 50% el nivel de emisiones contaminantes respecto al mismo coche si funciona con un motor 100% de gasolina o diésel. Entre los puntos negativos del bioetanol se suele marcar que el cultivo de productos para producir el bioetanol encarece los alimentos y provoca la desesforestación de amplias zonas para el cultivo.

Biodiésel

El biodiésel es un tipo de combustible que se elabora con restos de productos orgánicos y puede ser utilizado por muchos motores diésel tradicionales. Sus características permiten que el biodiésel produzca menos contaminantes que el diésel común, así que es una buena opción para ser utilizado como combustible.

Para su elaboración se utiliza el aceite obtenido de vegetales como la mostaza, la soja, el lino, la colza, el girasol, la palma, el cáñamo, e incluso los aceites utilizados en cocina pueden ser utilizados para elaborar este tipo de combustible.

Biodiesel

Estos dos combustibles alternativos tienen muy poca representación en el mercado y no son muy conocidos, pero las principales marcas tienen versiones de sus modelos capaces de funcionar con estos combustibles alternativos. La deriva hacia los motores eléctricos y los movidos por Gas Natural Comprimido (GNC) y Gases Licuados del Petróleo (GLP), más populares entre los combustibles alternativos para vehículos, hace que no sean muy comunes y que su uso sea muy reducido, aunque continúan siendo muy prácticos para reducir emisiones de gases contaminantes.

Es bastante común encontrar este tipo de combustibles en vehículos de transporte urbano como los autobuses, uno de los segmentos donde más se utiliza para frenar la contaminación en las ciudades.

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