Un estudio descubre que hay nueve veces más bacterias en un volante que en la taza de un váter

Guillermo Arnal     1 mayo 2011     2 min.
Un estudio descubre que hay nueve veces más bacterias en un volante que en la taza de un váter

Por muy forrado en piel, calefactado o mullido que esté un volante, eso no le impide convertirse en una zona peligrosa que suponga a largo plazo un riesgo para la salud de los ocupantes. Es la conclusión a la que han llegado unos científicos tras hacerse públicos los resultados de una encuesta realizada por la […]

Por muy forrado en piel, calefactado o mullido que esté un volante, eso no le impide convertirse en una zona peligrosa que suponga a largo plazo un riesgo para la salud de los ocupantes. Es la conclusión a la que han llegado unos científicos tras hacerse públicos los resultados de una encuesta realizada por la tienda de productos del hogar B&Q sobre la higiene de los conductores dentro de sus coches.

Un tercio de los encuestados admitió que tan solo limpia el habitáculo una vez al año y un 10% ni siquiera se molestaba en hacer lo mínimo. El doctor Ron Cutler, director del área de ciencias biomédicas en la Universidad Queen Mary de Londres y miembro del equipo investigador que analizó posteriormente la higiene de los vehículos, afirmó que «mientras la mayoría de las bacterias no son propensas a causar enfermedades, se verificó que algunos coches acogían unas especies de bacterias que sí eran potencialmente dañinas«.

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Una de las prácticas que se suelen hacer en un vehículo que generan un contexto benigno para estos seres es comer; «un coche es el sitio perfecto para que los gérmenes se reproduzcan«, señaló Cutler, «especialmente si se come en él o se dejan alimentos sin consumir del todo o basura«. Los tipos de bacterias que más comúnmente se hallan en un habitáculo son la bacillus cereus, que puede envenenar la comida, o la arthrobacter.

A pesar de que el volante es un elemento propenso a acoger a los gérmenes, el estudio determinó que es el maletero donde se encuentra el mayor número, concretamente unas 1.000 bacterias por cada 9,6 centrímetros cuadrados. En total hay unos 700 seres microscópicos potencialmente peligrosos en el interior de un coche, cuando en la taza de un inodoro en un baño público tan solo «conviven» unos 80.

Vía | MailOnline

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