A prueba Ford Mustang GT Fastback: el mito está más vivo que nunca

Javier López    @jlopezbryan96    2 julio 2019     13 min.
A prueba Ford Mustang GT Fastback: el mito está más vivo que nunca

En esta ocasión probamos el Ford Mustang GT Fastback, el muscle car americano que llega ahora con 450 CV y con mucho carácter y personalidad.

Era un lunes normal y corriente y yo me encontraba de camino a casa para comer y llevar a cabo mis quehaceres. De repente la pantalla de mi móvil se iluminó junto a la característica vibración de las llamadas. Se trataba de mi compañero y amigo Diego. Rápidamente una leve sonrisa se dibujó en mi rostro, ya que sus llamadas siempre suelen tener como objetivo cerrar alguna prueba o decidir quién va a acudir a una presentación. Después de unos segundos de charla informal, Diego me hizo conocedor de que tendría que ir a recoger un Ford Edge un par de semanas más tarde pero, para mi sorpresa, resultó que mi encuentro no sería con el SUV de la firma americana.

El día 28 de mayo recogí mis bártulos y me dispuse a desplazarme hasta la capital española para encontrarme con ese supuesto Edge. Los días previos a una prueba siempre procuro hacer los deberes e informarme sobre el coche en sí, motorizaciones, características técnicas etc. Pero algo me decía que esa recopilación de datos sobre el SUV de Ford iba a ser en vano.

Nada más aterrizar en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez me volvió a llamar Diego. Se avecinaba un cambio de planes, puesto que mi compañero había hablado con la marca y le habían comentado que no iba a ser posible la cesión del Edge, que otro vehículo desconocido lo sustituiría. Me puse aún más en alerta. Cogí el transporte público para llegar a la sede de Ford y durante el camino en mi cabeza comenzó un bombardeo de dudas, nervios y preguntas, las cuales estaban a punto de ser disipadas.

Ord Mustang Gt Prueba60

«Buenos días, vengo de Highmotor, para recoger un coche de prensa», dije a la amable recepcionista de Ford con cierto tono tembloroso. A los pocos minutos una de las personas del departamento de prensa de la firma bajó al vestíbulo para recibirme. «¿Estás listo? Menudo coche te llevas» me dijo mientras me enseñaba unas llaves con un caballo al galope dibujado en ellas. «No puede ser…» pensé para mis adentros. «Vamos, sígueme, está en la planta -2», dijo al mismo tiempo que hacía ademanes de dirigirnos al ascensor.

Fue el viaje en ascensor más largo de la historia. Mi mente no paraba de repetir: «no puede ser, voy a probar uno de mis coches favoritos, el Ford Mustang». Por fin llegamos a la dichosa planta -2 y rápidamente pude vislumbrar un Bullitt con matrícula alemana, una unidad azul marino pero, de repente, un haz de luz se encargó de desvelar al que sería mi compañero de aventuras durante la próxima semana: un Ford Mustang GT Fastback rematado en el llamativo color Orange Fury, con piezas Ford Performance y dos imponentes franjas negras que recorrían toda su carrocería. Mi carruaje hacia la felicidad gracias a esta gran sorpresa tramada previamente.

Ahora más agresivo y más deportivo

Bien, ya es hora de que deje a un lado el claro sentimentalismo que genera este coche en mi y que recurra a la imparcialidad para analizar al Ford Mustang. Tenemos que tener en cuenta que estamos ante un restyling, por lo que los cambios que ha padecido el muscle car por excelencia son escasos pero más que suficientes para provocar una estética más agresiva y deportiva.

Ord Mustang Gt Prueba61

El frontal goza ahora de unos faros gobernados por la tecnología LED y un diseño más afilado, que ayuda a asentar esa esencia pura y dura característica del Mustang. Esta misma tarea la aplica a la perfección el splitter delantero que, mediante una pieza de plástico negro, emula unos colmillos a los lados capaces de beneficiar la aerodinámica del deportivo.

Músculo, músculo y…¡más músculo! Así es cómo se define el lateral del Ford Mustang, donde unos anchos pasos de ruedas y unas marcadas líneas siguen haciendo gala de su carácter rudo. La misma sensación genera el alargado capó y la corta zaga, un maridaje muy habitual en este tipo de vehículos y que consigue endulzar el conjunto con altas dosis de deportividad.

Ord Mustang Gt Prueba66

La parte posterior del deportivo americano también ha sufrido modificaciones y, francamente, le sientan realmente bien. Los pilotos traseros -también dotados con tecnología LED- adoptan una forma más curva que en el modelo de 2016, provocando que el Mustang presente una apariencia más moderna y actual. El difusor ahora alberga una cuádruple salida de escape en la variante GT, que, al mismo tiempo, dirige la orquesta de viento del muscle car, y menuda orquesta

Un habitáculo con mejores calidades

Si por algo se ha caracterizado el segmento de los muscle car es por presentar una estética muy agresiva pero un interior más bien pobre en cuanto a calidades. Esto ha cambiado con el restyling del Ford Mustang. La firma del óvalo se ha cerciorado de mejorar los acabados de su hijo predilecto, algo que se ha complementado con un despliegue tecnológico a la altura de sus principales competidores europeos.

Ord Mustang Gt Prueba59

Pero ¿qué provoca que el Mustang cuente ahora con un interior mejor rematado? Pues, principalmente, la presencia de materiales blandos en zonas a las que se recurre con asiduidad. Lo primero que nos llama la atención cuando accedemos a su habitáculo es un volante de considerables dimensiones que rehusa de la moda de estar achatado por abajo, algo que agradeceremos a la hora de maniobrar y a la hora de atacar curvas.

Este timón terminado en cuero presenta un tacto muy agradable, pero lo cierto es que el amplio elenco de botones que lo custodian genera cierta confusión. Por encima de este nos encontramos con una de las principales novedades que ofrece el restyling: un cuadro de mandos completamente digital de 12 pulgadas. Este cuenta con unos gráficos agradables y con una fluidez intachable, la cual hará acto de presencia cuando cambiemos de menú o de modo de conducción. Pero la gran cantidad de submenús que nos ofrece hace que navegar a través de él requiera de cierto periodo de adaptación para saber dónde se encuentra todo.

Ord Mustang Gt Prueba38

El salpicadero cuenta con unas molduras de cuero muy agradables, pero el plástico duro sigue haciendo acto de presencia en la zona central, donde también nos encontramos con el sistema de infoentretenimiento, el cual funciona con rapidez y muestra un software intuitivo. Pero es en las puertas donde realmente apreciamos mejoría, ya que ahora ciertos recubrimientos rematados en cuero provocan una mejor sensación de calidad.

Pero la deportividad también está presente en el habitáculo del Ford Mustang, algo que nos recuerdan los asientos tipo backet firmados por Recaro, la palanca de cambios terminada en símil de fibra de carbono o las alfombrillas específicas por cortesía de Ford Performance. Los asientos recogen muy bien y, pese a su forma, no son para nada incómodos. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de las plazas posteriores, las cuales están más bien pensadas para niños o para personas que no midan más de 1.80. Pero estas se ven compensadas por un sorprendente maletero, el cual cubica 408 litros de capacidad aunque esta se ve lastrada por una boca de carga alta.

Al volante del Ford Mustang GT: un deportivo que derrocha personalidad

Pero ha llegado el momento más esperado, el de pulsar el botón de «Engine START» y contaros lo que transmite el Ford Mustang cuando te pones a sus mandos. Antes de enfrascarme en este apartado, he de reconocer que el muscle car no se trata de un coche para hacer tiempos -que también se puede- sino de sensaciones, puesto que su carácter y personalidad te arrancarán una sonrisa independientemente del tipo de conducción que estemos llevando a cabo.

Ord Mustang Gt Prueba22

Bajo su inmenso capó se esconde el popular motor coyote, un propulsor de esos que se encuentran en peligro de extinción y que deberíamos salvar a toda costa. Se trata de un bloque de 5.0 litros V8 atmosférico que declara 450 CV a 7.000 vueltas y 529 Nm de par a 4.600, cifras que cuando llegan lo hacen con contundencia y sin vacilar.

Arrancar todas las mañanas el Ford Mustang GT es el mejor de todos los antidepresivos. Da igual el tipo de día que hayas tenido, creedme cuando digo que os va a alegrar. Su tosco y grave bramido -también conocido como cántico celestial- se puede modular gracias a los diferentes niveles de sonoridad, pero he de reconocer que me ha sido imposible activar el modo silencioso. Desde aquí pido disculpas a mis vecinos.

Ord Mustang Gt Prueba42

Esta sonoridad no es en vano, ya que todo el conjunto del Mustang abala su fama de vehículo con carácter. Esto es posible gracias a un embrague duro y a una caja de cambios con un tacto simplemente delicioso, cuyos recorridos cortos y precisos provocarán que cambiemos de marcha mucho más de lo necesario. Su dirección también se puede regular junto a los modos de conducción -de los que os hablaré en breve-, pero en general es pesada -algo que personalmente agradezco-, precisa pero poco comunicativa.

La unidad de pruebas no contaba con la suspensión adaptativa, y de serie presenta un tarado algo seco y duro, pero en ningún momento me ha parecido incómoda. Contiene francamente bien los balanceos de la carrocería -aunque estos son inevitables debido al peso- y, al mismo tiempo, no impide que podamos usar al Ford Mustang GT todos los días. En autopista su comportamiento de GT sale a relucir, permitiéndonos recorrer largas distancias con una comodidad pasmosa y, pese a la bravura de su motor, es posible obtener consumos de 8,5/9 litros a los 100.

Ord Mustang Gt Prueba65

Cuando nos tenemos que enfrentar al mundo urbano debemos estar preparados para ser el centro de todas las miradas, algo que se ha acentuado con la combinación de colores que presentaba la unidad de prensa. En el modo Normal, el escape se apacigua y la dirección se ablanda ligeramente, algo que agradeceremos a la hora de callejear. Sin embargo, sus grandes dimensiones -4,78 metros de largo, 1,91 de ancho y 1,38 de alto- harán que circular por ciertas calles resulte algo angosto junto a su radio de giro más bien reducido, pero lo cierto es que esto se ve en parte compensado por su buena visibilidad y las diferentes ayudas que ofrece para estacionar. Si la urbe es el terreno a batir, es fácil apreciar cómo los consumos del Mustang ascienden hasta los 15/16 litros a los 100.

Pero es en carretera abierta donde el deportivo americano da lo mejor de sí. Su abrumador motor muestra cierta pereza a bajas vueltas debido a su condición de atmosférico, pero forma parte de su encanto. Esto nos obligará a jugar con el cambio y a involucrarnos aún más con la conducción. Sin embargo, una vez superadas las 4.000 vueltas, el Ford Mustang ofrece un empuje que no parece tener fin y que te hará testigo de la potencia americana. Este insaciable frenesí estará presente hasta prácticamente el corte, provocando una sensación de aceleración contundente.

El paso por curva es más rápido de lo que uno puede imaginar a priori, pero los 1.743 kilos que declara sobre la báscula se hacen notar. Los cambios de apoyo son rápidos si sabemos ejecutarlos correctamente, pero el peso lastrará la agilidad del conjunto en determinadas ocasiones. Sin embargo, la trasera, muy juguetona y violenta si la buscamos, ayuda a redondear las curvas, provocando un equilibrio bastante acertado cuando queremos disfrutar a los mandos del Ford Mustang GT. En los modos Deportivo+ y Circuito las ayudas a la conducción son más permisivas y nos permitirán disfrutar con la zaga, aunque tenemos que estar atentos, puesto que cuando no provocamos su vaivén esta nos atizará con rabia.

Abrir gas en plena curva puede provocar algún que otro susto, pero el Mustang presenta dos caras: una más dócil y amigable, y otra mucho más espontánea y enfadada. Una vez superado el periodo de adaptación que exige la segunda cara del deportivo americano, podremos disfrutar como nunca a sus mandos, algo que será posible al hundir nuestro pie derecho y dejar que el V8 inunde el habitáculo con su carismático bramido. Pero toda esta bravura hay que frenarla, y dicha tarea la cumplen a la perfección las pinzas Brembo que equipa la variante GT del Mustang, las cuales clavan el coche cuando lo precisamos.

Ord Mustang Gt Prueba67

Es cierto que las curvas no son el terreno en el que más cómodo se siente el Mustang, al contrario que otros modelos procedentes del Viejo Continente, que destacan por una mayor precisión. Pero la personalidad de su motor que incluso se hace rara ante los ojos de un europeo ya acostumbrado al downsizing, provocará que cualquier situación sea disfrutable independientemente de nuestras intenciones.

Cuando queremos recurrir a esa primera cara del Mustang, es posible gracias a los diferentes modos de conducción. Pese a que es tosco y agresivo por naturaleza, podemos circular a los lomos del pony car con gran despreocupación. Su motor, con un empuje muy salvaje en la zona media-alta del tacómetro, se muestra dispuesto a colaborar cuando nuestra actitud al volante es más bien apaciguada. La respuesta a bajas vueltas es tranquila como ya he mencionado, pero más que suficiente para desplazarnos con comodidad.

Conclusión

Sin duda alguna, el Ford Mustang se ha convertido en todo un mito e icono de la automoción. La historia que le precede provoca que sea el deportivo más vendido del mundo, algo que también es posible gracias a la relación calidad-precio que ofrece. Es cierto que el muscle car de Ford no es el más rápido, pero tampoco lo busca y tampoco lo necesita.

Ord Mustang Gt Prueba1

Su carácter y carisma hacen que le perdonemos cualquier fallo, al igual que su musculosa estética que hará que te gires para volver a verlo cuando lo aparcas. Su habitáculo cuenta con la última tecnología y con unos materiales más que correctos pese a la presencia de algún plástico duro. Por otra parte, las ayudas a la conducción como el control de cambio involuntario de carril o la frenada de emergencia se encargan de hacer que el conjunto sea aún más redondo.

Con un precio de partida de 49.850 euros, es difícil encontrar un rival para el Ford Mustang. Modelos como el BMW M4 o el Mercedes-AMG C 63 se alejan drásticamente de los 57.442 euros que alcanza la unidad de pruebas. Con esta premisa, estamos ante un deportivo duro de roer en multitud de aspectos y, pese a que flaquea en algunos, su conjunto equilibrado a la par que pasional provocará que nos planteemos al Ford Mustang GT Fastabck como una opción muy a tener en cuenta.


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