Los coches eléctricos se ven como inseguros, debido al uso de las baterías y los sistemas eléctricos, pero este decálogo quiere eliminar esa idea.
Con el auge de los coches eléctricos, se han popularizado varias noticias que alertan sobre los riesgos que conllevan este tipo de vehículos. Se ha comentado que son peligrosos, inestables, que son proclives a incendios y que pueden salir mucho más caros de lo que se piensa en un principio.
Por este motivo, FACONAUTO y AEDIVE han publicado un decálogo con varios tips que indican que esto no es así y que los coches eléctricos son mucho más seguros de lo que podemos pensar. Este decálogo se ha presentado para desmontar alguno de los mitos y las creencias que hay alrededor de los coches eléctricos.
Estos puntos están basados en la normativa aplicada, en la tecnología que se utiliza para fabricar estos vehículos y datos recogidos a lo largo de los últimos años. Esto quiere decir que ambas organizaciones tiene una sólida base para acreditar la seguridad de estos vehículos.
<p>El robot de Hyundai es capaz de abrir la compuerta, conectar la manguera y cuando finaliza el proceso de carga, desconectarla. Él se encarga de todo. </p>
Diez tips que desmontan mitos sobre los coches eléctricos
Diseñados con seguridad para evitar riesgos: Tanto la normativa como la tecnología ofrecen garantías para que el coche eléctrico sea totalmente seguros. Se diseñan para minimizar los riesgos y se realizan mantenimientos muy completos para revisar que todo esté en su sitio sin crear situaciones de peligro.
Tienen menos riesgo de incendios que los coches de combustión: Los datos muestran que los coches eléctricos tienen menos incidencia en incendios, así que resultan más seguros que los coches de gasolina y diésel.
Las baterías se diseñan para evitar situación de peligro: Las baterías se diseñan para reducir el riesgo de incendio. Las baterías de iones de litio son más propensas a los incendios por su composición. Sin embargo, las baterías utilizan cada vez más otras tecnologías, como la de Litio-Hierro-Fosfato (LFP), que presentan menos riesgo de incendio.
La carga doméstica es segura: La normativa marca unas características muy concretas a la hora de realizar la instalación, por lo que son instalaciones muy seguras. Si se realizan según la normativa, no representan ningún riesgo a la hora de realizar la carga de la batería.
No utilizar enchufes domésticos para la carga: Es conveniente realizar la carga de la batería con cargadores específicos. Los enchufes domésticos pueden sobrecalentarse y provocar problemas. Para cargas de varias horas, es mejor no utilizar este sistema y decantarse por un cargador homologado.
Menos mantenimiento, pero más especializado: El mantenimiento de un coche eléctrico es menor, pero más especializado. No hay que tocar cables y la batería bajo ningún concepto y dejar que lo haga un profesional bien formado.
Revisar después de un golpe en los bajos: La batería suele estar ubicada bajo el suelo del coche, así que si se ha detectado un golpe, es conveniente llevarlo al taller y que revisen que no hay daños en la batería. Si hay alguna fuga de líquidos o cables fuera del sitio, pueden representar un riesgo.
Agua para apagar incendios de coches eléctricos: Aunque hay otros medios de apagar fuegos en coches eléctricos, el agua es totalmente válida para apagar los incendios en este tipo de vehículos. Eso sí, tanto los incendios en vehículos con motor de combustión como los eléctricos son complicados de extinguir.
Avisar si se va a instalar un cargador en un garaje comunitario: Es conveniento avisar al administrador del garaje comunitario de que se va a instalar un cargador para un coche eléctrico. Se esta manera, si está convenientemente señalizado, puede ser fácilmente localizado por los equipos de emergencia en caso de necesidad.
Confiar en profesionales y especialistas en coches eléctricos: El cargador ha de ser instalado por profesionales bien formados, ya que son los que conocen la normativa y saben como realizar la instalación para que sea totalmente segura.