Mazda podría estar desarrollando su deportivo denominado RX-9

Mónica Redondo    @MonicaRedondoD    20 septiembre 2019     4 min.
Mazda podría estar desarrollando su deportivo denominado RX-9

El fabricante de automóviles acaba de presentar la patente de un chasis ligero que podría identificarse con el futuro Mazda RX-9.

Mazda podría estar trabajando en el deportivo RX-9 y es que el fabricante de automóviles acaba de presentar una patente que muestra un diseño de chasis ligero, con un diseño de motor frontal-medio. Esto podría estar relacionado con el concept que la marca presentó en 2015 que se denomina Mazda RX-Vision.

Una patente de diseño de chasis presentada la semana pasada por Mazda sugiere que la compañía está desarrollando un sucesor para el automóvil deportivo Mazda RX-8 con motor rotativo.

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Según lo informado por varias fuentes, la ‘Estructura de absorción de choque del vehículo’ parece mostrar una estructura de estilo de bastidor espacial a diferencia de la que actualmente se presenta en la gama de hatchbacks, berlinas y SUV de Mazda. El informe también destaca la presencia de una configuración de suspensión delantera de doble horquilla, utilizada principalmente por automóviles deportivos, con un miembro cruzado prominente que sugiere un diseño de motor delantero-medio.

El compartimento del motor resultante es relativamente pequeño, lo que lleva al informe a sugerir que Mazda podría estar desarrollando un nuevo motor rotativo compacto, de acuerdo con la tradición iniciada por el icónico Mazda RX-7 de la compañía y llevado a su sucesor, el Mazda RX-8.

¿Estaríamos ante el inicio del reinado del Mazda RX-9?

La ligereza también parece ser una prioridad, ya que el plástico reforzado con fibra de carbono y el aluminio ocupan un lugar destacado en todas partes. Una fuente de Mazda le dijo a Motor Magazine que el Mazda RX-9 se sentará encima de una plataforma a medida recientemente desarrollada, que no está destinada para su uso en otras partes de la línea de la compañía.

A principios de este año, Mazda adquirió una patente para un nuevo tipo de turbocompresor diseñado teniendo en cuenta la potencia rotativa, mejorando la eficiencia de admisión, mejorando el rendimiento y manteniendo el hollín y el agua fuera de la cámara de combustión. El jefe de diseño de Mazda, Ikuo Maeda, ha confirmado previamente a varios medios de comunicación que una versión de producción del concepto RX-Vision 2015 todavía estaba sobre la mesa .

«Cuando se decide como marca que necesitamos un automóvil deportivo, es cuando produciremos el automóvil», ha apuntado. “Como saben, ya tenemos el Mazda MX-5 . Si necesitamos un modelo deportivo más premium, entonces debemos pensar seriamente en ello”.

Mazda RX-Vision Concept de 2015

La nueva patente presentada por la marca hace recordar al Mazda RX-Vision que la marca presentó en el Salón del Automóvil de Tokio de 2015. Se trata de un concept deportivo propulsado por un motor rotativo de nueva generación, denominado SKYACTIV-R. La tecnología rotativa, nada convencional, es quizá el símbolo más apasionante del espíritu rebelde de la marca.

El Mazda RX-Vision es un modelo que incorpora motor frontal y tracción trasera con unas proporciones muy equilibradas. Es una “visión” del futuro de las que «solo pueden salir de la genialidad de Mazda, y una que se hará realidad, con la ayuda de los innumerables fans de la marca en todo el mundo».

Los motores rotativos son únicos en el sentido de que generan potencia a partir del movimiento de unos rotores triangulares, a diferencia de los pistones de movimiento alternativo de los motores convencionales de automóvil. Mazda tuvo que encontrar soluciones a numerosas dificultades técnicas hasta que consiguió comercializar el motor rotativo. El primer modelo que lo montaba fue el Mazda Cosmo Sport 110S de 1967; desde entonces varios otros han seguido su estela. De ellos, el que más éxito tuvo fue el Mazda RX-7, el coche con motor rotativo más vendido de la historia, con más de 800.000 unidades producidas entre 1978 y 2002.

Mazda dedicó un esfuerzo continuo a mejorar las prestaciones, el consumo y la fiabilidad de su motor, cuya culminación la victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1991, con el Mazda 787B. Ha sido la única ocasión en que una empresa se impone en esta prueba con un coche equipado con un motor rotativo.

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