Opel no será finalmente un fabricante exclusivo de vehículos eléctricos en 2028

La marca alemana del grupo Stellantis ha decidido ajustar su estrategia de electrificación, posponiendo su objetivo inicial de comercializar únicamente vehículos eléctricos puros en Europa a partir de 2028. En lugar de ello, la compañía optará por mantener la estrategia «multienergía» de Stellantis, basada en combinar diferentes tipos de motorizaciones según el nivel de demanda del mercado.

Hace ya varios años, en un contexto de optimismo que auguraba un rápida transición hacia la movilidad eléctrica, Opel anunció que para 2028 todos sus modelos en Europa serían completamente eléctricos. Este ambicioso plan, respaldado por la capacidad técnica y productiva del grupo Stellantis, parecía entonces perfectamente viable, pero mucho han cambiado las cosas desde entonces. Como consecuencia de ello, la compañía se ha visto ahora obligada a revisar este objetivo debido a la evolución de la demanda de los consumidores.

En declaraciones a medios alemanes, un portavoz de Opel ha explicado que la decisión ahora anunciada responde a las condiciones actuales del mercado, y específicamente al hecho de que la transición hacia la movilidad eléctrica no avanza al mismo ritmo en todos los países europeos. En cualquier caso, Opel ha querido dejar claro que su apuesta por la movilidad eléctrica sigue siendo igual de firme de cara al futuro, y que lo único que ha cambiado es la planificación.

“Estamos adaptando nuestros planes a la nueva realidad. La transición eléctrica sigue siendo nuestro objetivo, pero el ritmo de la demanda no permite cumplir con el plazo de 2028”.

A Opel tampoco le salen las cuentas

Opel sigue así el camino de otros muchos fabricantes, especialmente europeos, que han tenido que poner freno a sus intenciones de apostarlo todo por el vehículo eléctrico, optando finalmente por una estrategia algo más flexible basada en ofrecer al cliente aquello que demanda, tanto si se trata de un vehículo puramente eléctrico como con motor de combustión.

La flexibilidad se ha convertido así en el pilar fundamental de la estrategia de Opel para los próximos años. Para ello, el fabricante alemán se apoyará en las plataformas multienergéticas de Stellantis, validas tanto para vehículos eléctricos puros, como híbridos o incluso exclusivamente con motor de combustión. Modelos como el Corsa Electric y el Mokka Electric, basados en la plataforma e-CMP, originalmente diseñada para motores de combustión y adaptada posteriormente para modelos eléctricos, son claros ejemplos de esta versatilidad. El SUV Grandland eléctrico, por otro lado, utiliza la plataforma STLA Medium, concebida desde el inicio para múltiples tipos de propulsión.

Aunque bien es cierto que estas plataformas polivalentes no aprovechan al máximo las ventajas que ofrecen otras arquitecturas diseñadas desde un principio en exclusiva para modelos eléctricos puros, como puede ser un mayor espacio interior o un mayor nivel de eficiencia, tienen sin embargo la ventaja de que permiten a Opel adaptarse rápidamente a la demanda existente en cada momento.