Prueba: ¿Es el Dacia Sandero Stepway TCe GLP un SUV urbano?

Miguel Lorente     24 abril 2019     7 min.
Prueba: ¿Es el Dacia Sandero Stepway TCe GLP un SUV urbano?

El Dacia Sandero es uno de los coches más vendidos y su variante Stepway, uno de los SUV más populares. En la prueba del Dacia Sandero Stepway 0.9 TCe GLP nos ponemos a los mandos de una de las versiones más interesantes

Para empezar, como siempre que me refiero a los modelos de Dacia, decir que la marca rumana del grupo Renault ofrece calidades acordes con el precio de venta de sus coches, esto es, lujos, los justos, o más bien, ninguno.

La habitabilidad del Dacia Sandero Stepway

De hecho, empezando con el análisis del interior, no por esperado deja de ser sorprendente que, en las puertas traseras, no haya botonera correspondiente al elevalunas eléctrico, porque no los incorpora. En su defecto, se recurre a las tradicionales manivelas y al movimiento del brazo para realizar la operación de bajada o elevación de los cristales.

Su interior resulta espartano, aséptico y con un diseño y apariencia desfasado, algo que no resulta un inconveniente, sino una justificación de su coste. No por ello significa que viajemos en un coche de baja calidad, sino de coste de producción bajo y, por ende, bajo precio de adquisición.

Pero, en contrapunto, la sencillez del Dacia Sandero Stepway es una virtud. Por ejemplo, respecto de la pantalla del equipo multimedia y de navegación, un extra que también es cierto que se paga. Con un tamaño de siete pulgadas, unos gráficos muy básicos y unas funciones muy limitadas, resulta perfecta para su manejo rápido y eficaz.

Mención a parte también para el equipo de altavoces de la unidad de prueba del Dacia Sandero Stepway que condujimos, los cuales sonaban con una calidad inesperada en un coche que apuesta por las calidades básicas.

Su simplicidad le otorga puntos muy a favor como el fácil acceso y utilización de los anclajes isofix, expuestos sin ningún tipo de cobertura, entre la banqueta y el respaldo de la butaca trasera.

Antes de emprender la marcha, respecto de la regulación de la posición de conducción, debido a la escasa capacidad de adaptación al pasajero, permite que quien lo conduce ajuste solo la distancia hasta hasta los pedales e inclinación del respaldo. La posición para quien suscribe, con una altura de 179 cm, se hace elevadísima. Incluso, más de lo que cabe espera en un coche con aspiraciones de SUV. La línea de visión se fija por el tercio superior del cristal delantero.

La plaza delantera del acompañante es equivalente a la posición del conductor, con una libertad para las piernas correcta. Las plazas traseras sufren la reducción de un espacio libre para las rodillas o los pies que las hace menos recomendables según se crezca en la altura de los viajeros.

La capacidad de carga del maletero según su ficha, es de 320 litros. En la vida real esto se traduce en que permite el transporte de una maleta de gran tamaño o bien una importante cantidad de bultos repartidos y colocados en su interior. Eso sí, carece de rueda de repuesto, y, por ende, de espacio adicional para colocar bajo el piso bultos de pequeño tamaño, ya que, en su lugar se sitúa el depósito de gas.

La conducción del Dacia Sandero Stepway

Pero si hay un apartado a destacar en la prueba del Dacia Sandero Stepway es su comportamiento en movimiento.

Animado por un motor tricilíndrico de 0.9 litros, su capacidad para trabajar con gasolina o gas licuado del petróleo, GLP, es su mayor baza comercial, ahora que las restricciones medioambientales se ciñen, sobre todo, sobre las atmósferas de las grandes ciudades.

El Dacia Sandero Stepway 0.9 TCe de GLP luce orgulloso el distintivo o etiqueta ECO de la DGT gracias a su dualidad a la hora de consumir gasolina o gas, es decir, un coche bi-fuel.

Dado que contamos con una unidad de prueba del Dacia Sandero Stepway de GLP, sobre el asfalto, la diferencia en el uso de gas o gasolina es sutil. El funcionamiento del motor TCe con GLP es relativamente más perezoso que cuando consume gasolina. También es cierto que, a pesar de contar con 90 CV, con ninguno de los combustibles tiene una respuesta inmediata ni tampoco muestra un empuje mayor significativo. Solo el uso de las inercias adquiridas, o manejar con agilidad y decisión el cambio de marchas, ayuda en maniobras como adelantamientos o incorporaciones.

Sobre pavimento negro, el coche sufre con el movimiento basculante continuo de la carrocería. Exige una corrección constante de la trayectoria y, más aún, cuando las condiciones meteorológicas, como las sufridas, aplican fuertes vientos.

La conducción en asfalto del Dacia Sandero Stepway GLP no se disfruta, mas con detalles como un volante achatado hacia la posición de quien lo conduce, resulta molesta cuando las manos se mantienen fijas de forma más o menos continua en una posición de “diez y diez” en las manecillas del reloj.

En curvas cerradas, las inercias crecen cuanto más rápido se circula, sin necesidad de alcanzar o superar las velocidades máximas permitidas, por ejemplo, en glorietas de gran radio. El giro en parado, por ejemplo, para realizar maniobras como el estacionamiento, es de recorrido corto. Su dirección, en general, no destaca por su precisión.

Entonces ¿cuál es el punto fuerte del Dacia Sandero GLP en ciudad?

Primero, su consumo. En ciudad, el uso de GLP se establece en una media de casi 8 l/100, que, tomando a un precio de 0,73 el litro de este hidrocarburo, le permite, no solo acceder a áreas de ciudades como Madrid Central de forma libre sino que supone un gasto de algo menos de 6 euros por cada 100 km recorridos en ciudad.

En caso de viajar recurriendo al gas del depósito de GLP, hay que tener en cuenta que dispone de un volumen de 18 litros, lo que le permite circular alrededor de 250 km pagando unos 5 € cada 100 km si el viaje de corta o media distancia se realiza fuera de vía urbana.

Pero, más allá del ahorro económico, a pesar de que la diferencia entre la versión del Dacia Sandero Stepway de gasolina y el bi-fuel que añade GLP como segundo carburante supone un incremento de 800 euros al precio de compra, lo mejor del Dacia Sandero GLP es utilizarlo en vías no asfaltadas.

Dacia Sandero Stepway GLP, un SUV para salir del asfalto

Y es que donde más se disfruta del Dacia Sandero Stepway GLP es sobre pistas de tierra. Una sorpresa que no esperábamos. Porque, no lo olvidemos, el Stepway no deja de ser un Sandero convencional con algunos detalles para asemejarlo a los SUV, no un SUV concebido como tal.

Según sale del asfalto, este pequeño todo camino se crece. Los defectos se tornan virtudes y lo que en carretera pierde, lo gana sobre pistas de tierra.

En caminos rotos, la suspensión del Dacia Sandero Stepway GLP permite jugar con la distancia de la carrocería al suelo, independientemente de lo extendido o comprimido que esté el amortiguador de cada rueda.

A bajas velocidades, el terreno suelto o bacheado se supera sin complicaciones e, incluso, cuando se alisa, se puede circular con soltura y alegría transformando ese cabeceo sobre asfalto en su manera de gestionar los caminos por los que nunca o rara vez ha pasado un rodillo de solado.

Quizás, al ser un vehículo, 4×2, se eche en falta sobre arena suelta o barro un eje posterior que apoye al delantero. Pero este SUV urbano se torna en un gran coche para circular por caminos de tierra o agrestes, además, dada su simplicidad y coste, no da reparo circular sin miedo a dañar elementos estéticos superficiales o ensuciar el interior con barro, ya que, en momentos de uso campero donde la premisa es transitarlos, es cuando el Dacia Sandero Stepway GLP justifica su compra desde 11.020 euros.

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