Prueba especial Chevrolet Orlando: Día 7 – Venecia > Lago di Garda

Diego G. Moreira     12 septiembre 2011     3 min.
Prueba especial Chevrolet Orlando: Día 7 – Venecia > Lago di Garda

Poco a poco vamos llegando al final de nuestra prueba especial del Chevrolet Orlando, que cómo recordais nos hemos ido hasta Italia desde Madrid para poner a prueba a este monovolumen. La etapa de ayer mantuvo aparcado al Orlando, pero hoy nos ponemos de nuevo en marcha para salir hacía el Lago Di Garda, uno […]

Poco a poco vamos llegando al final de nuestra prueba especial del Chevrolet Orlando, que cómo recordais nos hemos ido hasta Italia desde Madrid para poner a prueba a este monovolumen.

La etapa de ayer mantuvo aparcado al Orlando, pero hoy nos ponemos de nuevo en marcha para salir hacía el Lago Di Garda, uno de los lagos a los pies de los Alpes, con una belleza impresionante y con unas carreteras que bordean el lago ideales para los que nos gusta conducir.

Día 7- Venecia > Lago Di Garda

Salimos de Venecia con un día bastante nublado, poco después empezará a llover. Camino a Trento, nos encontramos una paisaje entre montañas muy pintoresco, con los típicos pueblos de montaña que con toda probabilidad se llenan de nieve con la llegada del invierno.

Poco después empezamos a bajar entre las montañas para llegar al primer pueblo del lago, Riva di Garda. Estos pueblos tienen bastante encanto, y unas buenas vistas del lago.

Seguimos la ruta hasta Limone, para llegar a él pasamos por una carretera de dos carriles con múltiples curvas y frecuentes túneles, mal iluminados muchos de ellos, pero con unas vistas impresionantes del lago. Fue precisamente aquí donde se rodaron parte de las escenas de persecución de James Bond, en Casino Royale.

Tras tomar un gielatto salimos en dirección Milán, pero antes nos cruzamos con un pueblo peculiar, en la Comune di Tremosine. Los accesos son de película a través de pasos entre montañas y con piedra por todos lados, la carretera sube y sube sin parar (al igual que el consumo del Orlando).

Pocos minutos después llegamos al pueblo, uno de los lugares más tranquilos y bonitos que he visto para vivir con vistas al Lago di Garda. Como todos los pueblos de montaña, vemos los famosos Fiat Panda 4×4 en cada casa, tanto el modelo viejo como el nuevo.

Y este es un buen momento para pararnos a ver el lago, sacar fotos y apreciar mejor sus dimensiones. Tras esto, salimos ya directo Milán.

Impresiones de conducción

Después de varios días con el Orlando ya podemos hablar con mayor seguridad del espacio interior. Una de las cosas que nos ha gustado es la cantidad de huecos que tiene para dejar las cosas, como buen monovolumen. Dispone de buenas guanteras en las puertas, hueco central y posavasos, guantera en el sitio del navegador, eso sí, la principal es de tamaño normal.

Las plazas delanteras son cómodas, pero falta un reposabrazos para los dos asientos delanteros y no sólo para el conductor. Al igual que la visibilidad es correcta y dispone de unos retrovisores de grandes dimensiones que también ayudan.

Mientras que las plazas traseras son amplias y cómodas para dos adultos, incluso tres viajan de manera correcta. Hay suficiente espacio para las piernas y para la cabeza, además de contar con salidas de aire para las plazas traseras.

La tercera fila se monta de manera rápida y sencilla, y aunque con espacio justo, pueden sentarse dos adultos, que dispondrán de un espacio para los pies y cabeza correctos.

Fotos | Equipo de pruebas

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