Salón del Automóvil de Barcelona 2009: Jaguar

En un rincón, pero con una decoración elegante y lujosa, la actual compañera de Land Rover bajo los mandos de Tata presentó en el Salón del Automóvil de Barcelona la renovada gama XK y el XF en sus diferentes acabados, incluyendo el R de altas prestaciones. También había un X-Type, aunque desgraciadamente eclipsado por los otros modelos.

El Jaguar XF fue presentado hace ya casi dos años, pero sigue causando en el público el mismo efecto que en sus primeros días. A pesar de que no faltan detractores, se trata de una de las berlinas más bellas del mercado y que está logrando recuperar la imagen que Jaguar había perdido en sus momentos de crisis. Gracias al apoyo de Tata, Jaguar ha podido darle la tecnología y calidad que se merece a este sucesor del S-Type.

Su gama de motores ha sido ampliada a principios del presente año justamente con las dos opciones que necesitaba para convertirse en una auténtica referencia del segmento. En primer lugar, el AJ-V6D es un motor diésel de tercera generación que tiene dos versiones: una normal con 240 caballos de potencia, y la del XF Diesel S, con sus 271 caballos de potencia y 600 Nm de par máximo. Los propulsores de gasóleo son imprescindibles para triunfar en Europa y este tiene varias características que ayudarán al XF a poder batirse con los rivales más duros de su clase. Más detalles de este motor los tenéis en el artículo que publicamos sobre él.

Además del diésel, el XF ha estrenado un motor, que luego se repartió a los XK y Land Rover Range Rover, cuya aparición era necesaria si Jaguar quería no deshacerse de su lado deportivo. El AJ-V8 de cinco litros sobrealimentado del XFR que produce 510 caballos y 625 Nm de par máximo sustituye al muy veterano 4.2 V8 sobrealimentado que se había prolongado durante las dos generaciones del XK y que Ford no pudo sustituir por problemas económicos.

En el caso del XFR, este motor consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 4’7 segundos y un consumo muy decente para su categoría de 10’6 litros a los 100 kilómetros. La velocidad máxima, no obstante, está limitada electronicamente a 250 km/h. Está unido a una caja automática ZF de seis velocidades con levas tras el volante, aunque sin doble embrague.

Por fuera, el XFR no pasará desapercibido, aunque las transformaciones respecto a un XF normal no son radicales, respetando su diseño. Unas entradas de aire en el parachoque mucho mayores, otras en el capó, las enormes llantas específicas «Nevis» de 20 pulgadas, los faldones laterales, el parachoques trasero rediseñado, el saliente del maletero y las cuatro salidas de escape lo identifican como la variante más deportiva.

En el interior hay unos asientos de piel deportivos eléctricos y con calefacción y refrigeración, un nuevo volante, tapizado para las molduras de la instrumentación, navegador, sistema de entrada sin llave y la tapicería se puede configurar tanto en colores como materiales al gusto del cliente. El resto es básicamente el mismo interior de cualquier otro XF y mantiene elementos como la rueda de la parte central del habitáculo del sistema JaguarDrive Control.

En cuanto al XK, sus motores también se han sustituido por las dos variantes del motor AJ-V8, la de aspiración natural y la sobrealimentada del XKR. La primera, del XK, produce 385 caballos y ofrece una aceleración de 0 a 100 en 5’2 segundos, así como un consumo de 9’4 litros a los 100 km. En el caso del XKR, su potencia sube hasta los 510 caballos y alcanza los 100 km/h en 4’6 segundos, consumiendo 10’2 litros a los 100.

En ambos casos, la transmisión es la misma que la del XF y cuyas marchas pueden seleccionarse con las levas del volante o con la rueda de la parte central del habitáculo con el sistema JaguarDrive Control. Este, además, junto con el sistema Adaptative Dynamics, controla aspectos como la configuración del chasis, la relación de marchas o la emulación electrónica de un diferencial autoblocante.

El nuevo XK ha cambiado poco en el exterior, pero rejuvenece el diseño. Hay nuevas entradas de aire frontales, ha cambiado el color de la lateral para pasar al de la carrocería (tanto en el XK como en el XKR), los pilotos son rediseñados e incorporan LEDs y la antena está ahora integrada en la luna trasera.

El habitáculo tiene una consola central con un diseño moderno y una pantalla táctil mayor que la del XFR y que alberga el navegador. Al igual que en la berlina, los acabados en distintas maderas se pueden encontrar en varios paneles y el volante también adopta el mismo diseño.

Con la actualización por fuera y por dentro, el XK por fin logra ofrecer a los clientes lo que se venía echando en falta desde su presentación hace tres años. Ahora se ha convertido en un buen rival para otros modelos de su género, como su compatriota Aston Martin V8 Vantage.

Fotos | Highmotor