Grandis Mitsubishi Coches híbridos Compactos SUV
¿Un milagro japonés hecho en España? Desde 26.100€, la fiabilidad japonesa renace en Valladolid con 8 años de garantía
Un fantasma del pasado regresa para recordar a todos quién fue el rey de la fiabilidad. Sí, han leído bien. El Mitsubishi Grandis ha vuelto, y no viene de Japón. Viene de Valladolid.
Olvídese del viejo monovolumen, el que sus padres usaban para ir al Decathlon. Este nuevo Grandis es un SUV, porque si no es un SUV, simplemente no vendes. Y Mitsubishi, con la mayor sutileza, lo ha metido de cabeza en el segmento más salvaje, el de los SUV compactos. Un segmento donde se bate el cobre con el Nissan Qashqai, el Hyundai Tucson o el SEAT Ateca. Un campo de minas donde solo sobreviven los más fuertes. Y el Grandis, contra todo pronóstico, parece tener un as bajo la manga. O, mejor dicho, ocho.
Vamos directos a la yugular, que es lo que importa. El precio y la garantía. Con un precio de salida de 26.100 euros para la versión MHEV de 130 CV, y 30.300 euros para el híbrido (HEV) de 1.8 litros, Mitsubishi no está jugando. Están poniendo las cartas sobre la mesa con una desfachatez que raya la insolencia. Y por si fuera poco, le añaden un descuento de 1.200 euros que puede llegar a 3.700 si financias con ellos. Sí, has leído bien. Menos de 23.000 euros por un SUV con etiqueta ECO, fabricado en casa, con casi 500 litros de maletero y con un equipamiento de serie que ya quisieran otros.
Pero la verdadera bomba atómica, el misil que va a sacudir los cimientos de la competencia, no es el precio. Es la garantía. Ocho años o 160.000 kilómetros. Léalo de nuevo. Ocho. Años. Es una declaración de intenciones. Un guante lanzado a la cara de toda la industria. Es Mitsubishi diciendo: «Confío tanto en mi producto que te doy casi una década de tranquilidad. Y si se rompe, el problema es mío». Es la forma más audaz de vender la fiabilidad, esa cualidad que parecía perdida en el limbo de los motores downsizing y las pantallas táctiles.
Por dentro, el Grandis no decepciona. Se ve robusto, con un diseño que, aunque siga la pauta del Dynamic Shield de la marca, se ha modernizado. En el habitáculo, la conectividad está en el centro del huracán. Google integrado, sonido Harman Kardon y una aplicación para controlarlo todo desde el móvil. Ya sabes, lo de siempre. ¿Pero qué esperabas? Es un coche de 2025, no un Lancer EVO. Aún así, se las apaña para no parecer un triste utilitario.
La cuestión es que Mitsubishi, una marca que hace no mucho parecía a punto de caer en el olvido en Europa, está resurgiendo de sus cenizas de la mano de la Alianza Renault-Nissan. Y este Grandis, que se basa en la misma plataforma del Renault Austral, es la prueba irrefutable de que la estrategia está funcionando. Aprovechar sinergias para producir coches con una relación calidad-precio imbatible, y luego darle su toque personal y su martillo pilón: la garantía.
Deja un comentario

