EX30 Volvo Coches Eléctricos SUV
Volvo confía en poder reducir a solo 90 días el tiempo de entrega del SUV EX30 en Europa
Gracias a la planta belga de Gante, Volvo no solo va a lograr sortear las barreras comerciales, sino que va a mejorar la satisfacción del cliente reduciendo los tiempos de entrega de su popular SUV compacto.
Volvo inició el pasado mes de abril la producción de la versión europea del EX30 en su planta belga de Gante, con el objetivo de hacer frente de este modo a los aranceles impuestos por la Unión Europea a los vehículos eléctricos chinos. No obstante, esta iniciativa no solo buscaba salvar las elevadas tasas a la importación desde China, que pasaron del 10 al 28.8 por ciento, sino también reducir a la mitad los tiempos de entrega para mejorar así la experiencia del cliente, al mismo tiempo que se potencia la posición de la marca en este mercado.
En 2024, el tiempo transcurrido desde el momento en el que se formalizó el pedido de un Volvo EX30 hasta que, finalmente, fue entregado el cliente, se prolongó incluso hasta los ocho meses en países como Suecia o Alemania. Un periodo excesivamente prolongado que redujo el nivel de satisfacción de muchos clientes con la marca.
En Volvo son perfectamente conscientes de este problema y ya están trabajando para solucionarlo. Según explica Arek Nowinski, responsable de Volvo en Europa, la producción en Gante permitirá reducir los plazos de entrega a solo 90 días antes de finales de 2025, una vez que la planta esté operando a plena capacidad. Esta medida ya ha comenzado a dar sus frutos, con tiempos de entrega actuales de aproximadamente siete meses, según el configurador de la marca.
Reducir el tiempo de entrega del EX30 es un reto pendiente a superar para Volvo
El EX30, cuyo precio base parte de poco más de 38 mil euros, se consolidó rápidamente como uno de los modelos clave de Volvo, alcanzando el cuarto lugar en ventas internas el pasado año. Los problemas con las entregas contribuyeron, no obstante, a una caída del 9 por ciento en las ventas globales de la compañía durante la primera mitad de 2025, junto con una pérdida operativa de cerca de mil millones de dólares en el segundo trimestre.
“La producción en Europa no solo agiliza las entregas, sino que nos permitirá recuperar la cuota de mercado del EX30 que teníamos antes de los aranceles”.
La planta de Gante desempeñará además un papel crucial en la estrategia de la compañía en el mercado estadounidense. Los aranceles del 147 por ciento impuestos por Estados Unidos a los vehículos chinos hacían inviable la venta del EX30 importado desde China, lo que llevó a Volvo a suspender su oferta en ese mercado. Sin embargo, los vehículos fabricados en Europa enfrentan un arancel mucho menor, del 15 por ciento, que convierte a Gante en una planta estratégica con la que abastecer la demanda del mercado norteamericano.
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