Citroën C-Crosser 2.2 HDi de 156 CV, prueba (Parte II)

Diego G. Moreira     16 octubre 2009     5 min.
Citroën C-Crosser 2.2 HDi de 156 CV, prueba (Parte II)

Como de costumbre en la segunda parte de las pruebas, después de ver las prestaciones del C-Crosser, nos centramos en los apartados de diseño y espacio interior. El espacio que ofrece el C-Crosser (y por consiguiente el Peugeot 4007 y Mitsubishi Outlander) es una de sus mejores bazas, puesto que estamos ante un monovolúmen con […]

Como de costumbre en la segunda parte de las pruebas, después de ver las prestaciones del C-Crosser, nos centramos en los apartados de diseño y espacio interior. El espacio que ofrece el C-Crosser (y por consiguiente el Peugeot 4007 y Mitsubishi Outlander) es una de sus mejores bazas, puesto que estamos ante un monovolúmen con tracción total.

Otra cosa a tener en cuenta es el diseño exterior del coche, puesto que en este caso puede ser un punto importante para decantarnos por uno de los tres hermanos. En el caso del Citroën C-Crosser es uno de los más equilibrados, sobretodo si lo comparamos con el frontal del Peugeot que le imprime mucho más la personalidad del león.

Diseño exterior

Citroën_C-Crosser

Frontal, logos y parte trasera son algunos de los elementos que distinguen a los tres hermanos de PSA y Mitsubishi. El resto de detalles son más inapreciables y el espacio interior así como prestaciones del motor son iguales en los tres al equipar los mismos motores. Por tanto centrándonos en el diseño exterior, estamos ante un coche grande con unas dimensiones considerables (más grande que un Opel Antara).

En el Citroën C-Crosser tenemos el mítico doble chevrón que preside el frontal (personalmente me gusta el frontal del Citroën y del Mitsubishi) y además podemos ver bastante elementos cromados, como lo que recubre los faros antiniebla y algunas líneas más en la carrocería. Los faros delanteros son de xenón y los traseros las luces de freno son LED, así como la tercera luz de freno.

Las llantas son de 18 pulgadas y vienen de serie con el acabado Exclusive (que como veremos son acabados con pocos extras y equipamiento cerrado). De todas formas las ruedas no eran lo mejor para el campo y se notaba bastante, estaban orientadas hacía una conducción por carretera. Otro detalle que nos gustó son los espejos retrovisores, de gran tamaño, con los que tenías una buena visibilidad, algo muy necesario por el tamaño.

Para la circulación por ciudad no es lo mejor, porque se hace bastante aparatoso de maniobrar y sobretodo sus dimensiones no facilitan el tránsito por las calles de una ciudad, su caracter es más bien rutero y para hacer kilómetros.

Diseño interior y habitabilidad

Citroën_C-Crosser

Interior de un monovolumen es la descripción más ajustada al interior del Citroën C-Crosser, porque nada más subirte el coche tienes una sensación de amplitud, los asientos (de cuero en el acabado Executive) recogen perfectamente al conductor y cuentan con una buena sujección lateral (lo único malo es que no sean ventiables o microperforados es un fallo común). El puesto de conducción se ve muy japonés, se nota que no es el mítico puesto de conducción de Citroën plagado de botones.

Pero es agradable lo sencillo que resulta el puesto de conducción, con la radio o navegador en la parte superior y en la inferior los botones y mandos de la climatización (con unos plásticos que desentonan en relación al conjunto). El volante además cuenta con los mandos de la radio y del cruise control, así como los del teléfono (que se gestiona a través de voz) sin duda es un interior poco cargado pero con las funciones a mano.

El puesto de conducción es agradable y al ser un SUV tienes ese plus de altura que siempre se agradece al conducir, además de la sensación de espacio. Si pasamos a los asientos traseros es donde el C-Crosser saca su alma de monovolumen, puesto que la banqueta trasera se puede desplazar hacia adelante o atrás (de forma independiente un asiento o los dos en conjunto) , además también podemos regular el respaldo de los asientos traseros y abatirlos incluso.

Citroën_C-Crosser

Además en las plazas traseras hay suficiente espacio para viajar tres ocupantes con bastante comodidad. Lo que ya no son tan cómodas son las plazas traseras de la tercera fila, de echo antes de meterme a fondo con ellas hay intentar verlas como un complemento más y no como una necesidad de uso diario, si es este último caso, el C-Crosser no es tu coche. Las plazas traseras de la tercera fila vienen de serie escondidas en el maletero, en el suelo, y son desplegables las dos en conjunto, de echo son bastante simples y preferiblemente sólo para una ocasión inesperada o que necesitemos llevar a dos personas más con seguridad.

Sinceramente nunca están de más, puede llegar una ocasión puntual en la que las necesites. Pero una vez montadas (que tienen un sistema algo complejo al principio, una vez que las montas por primera vez ya memorizas el sistema y es más sencillo) la persona que vaya atrás debe de ser pequeña porque no tendrá mucho espacio para las piernas.

Citroën_C-Crosser

Otro apartado donde el Citroën C-Crosser destaca es en huecos, tiene doble guantera (ver detalle) una de ellas refrigerada y huecos encima de la consola central y buenas guanteras en las puertas y consola central. En cuanto al maletero, tiene poca profundidad, ya que entre otras cosas tiene los asientos plegados, pero aun asi es un maletero espacioso y amplio, tiene una capacidad de 441 litros (a la altura de una berlina media). Además el portón el maletero se abre en dos fases, pudiendo abrir la parte inferior (ver detalle) y así facilitar la carga de objetos pesados.

Por tanto en espacio interior es como un monovolumen y en lo relativo a calidad de los materiales, hay lagunas y puntos flacos. En el C-Crosser, al igual que los otros dos hermanos, hay bastante plástico duro y algunos materiales que no están a la altura de un coche de casi 40.000 euros. Sobretodo los plásticos cercanos al climatizador (ver detalle) no son muy agradables al tacto, sin embargo el salpicadero tiene mejor presencia y algo más de calidad.

En la siguiente parte de la prueba hablaremos del equipamiento del Citroën C-Crosser, un equipamiento bastante completo y también de la seguridad y precios de este SUV.

Fotos | David Taboada

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