Spyker sale de la quiebra al ratificarse el pacto con sus acreedores

Guillermo Arnal     22 julio 2015     2 min.
Spyker sale de la quiebra al ratificarse el pacto con sus acreedores

Un tribunal ha aprobado el acuerdo propuesto por el fabricante holandés tras desestimar el recurso interpuesto en junio por uno de los reclamantes. Su director ejecutivo, Victor Muller, planea asociarse a una empresa estadounidense no identificada para reemprender la producción de automóviles.

Un tribunal de la localidad holandesa de Leeuwarden refrendó ayer la validez del acuerdo que Spyker ha propuesto a sus acreedores. El convenio lo aprobó el mes pasado otro tribunal de Lelystad, pero uno de los reclamantes, el banco letón LKD Lizings, recurrió la sentencia al considerar demasiado reducida la cantidad de dinero que iba a recibir.

Desestimado el recurso, el pequeño fabricante de deportivos holandés ya puede abandonar la bancarrota. El objetivo más urgente de Spyker para por retomar los planes de recuperación que su director ejecutivo, Victor Muller, trata de afianzar de momento sin éxito. El siguiente paso aún no se ha determinado, pero Muller tiene intención de resucitar el B6 Venator -lo vimos en Salon Privé 2013– y atacar el segmento de los eléctricos asociándose con una empresa estadounidense dedicada a la aeronáutica que no quiso idenfiticar.

Spyker-B6-Venator-Concept

Spyker se declaró formalmente en quiebra en diciembre de 2014, un proceso que intentó postergar lo máximo posible hasta que resultó inevitable. En los días siguientes se afanó en reunir recursos económicos para que prosperase una nueva solicitud de protección frente a sus acreedores. La petición obtuvo el visto bueno de un tribunal holandés a finales de enero de 2015. En términos legales, era como si Spyker nunca se hubiera ido a pique.

A partir de ese momento, Muller se apresuró a hallar un inversor cuya ayuda le permitiera a Spyker ganar tiempo con sus acreedores. El montante que prometió el citado socio estadounidense asciende a 4,3 millones de euros, suficiente como para convencerlos salvo a LKD. El reparto establecido y que la marca presentó ante el tribunal de Lelystad implica que todos perderán dinero, pero recaudarán bastante más que si Spyker se quedara en estado de bancarrota.

Muller nunca consiguió hacer del fabricante una empresa rentable. La producción de vehículos estaba muy lejos de lo deseable y la dilapidación en la infructuosa aventura en la Fórmula 1 y la malograda compra de SAAB, ahora propiedad de NEVS, terminaron de darle la puntilla.

Vía | Autoweek y Spyker-Saab blog

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