El arte de quemar ruedas tiene muchos matices

Fernando Alvarez     1 enero 2011     1 min.
El arte de quemar ruedas tiene muchos matices

Los arranques a toda pastilla se dividen entre aquellos que lo hacen perfectamente, haciendo apenas patinar las ruedas, y entre los otros que lo hacen solamente por hacer el indio y lucirse un poco, dejando la mitad del neumático estampado en el asfalto. Pero poniéndolo en perspectiva, hacer patinar bien las llantas es un arte […]

Los arranques a toda pastilla se dividen entre aquellos que lo hacen perfectamente, haciendo apenas patinar las ruedas, y entre los otros que lo hacen solamente por hacer el indio y lucirse un poco, dejando la mitad del neumático estampado en el asfalto.

Pero poniéndolo en perspectiva, hacer patinar bien las llantas es un arte que debe hacerse de la manera indicada, si es que no queremos quemar el embrague, el propio motor o destrozar otras partes del tren motriz. Pero a veces las cosas no salen como se planean cuando se cometen algunas locuras (sujetar el coche a un bloque de concreto), mientras que en otras el coche y el motor ayudan ¿cómo decirle al conductor de un Mercedes-Benz B55 (clase B y motor V8) la manera en que debe hacerlo si tiene motor de sobra? Después del salto verás la catástrofe de un irresponsable, junto a un arranque que se hace exageradamente (pero apropiadamente), de esos que nos dejan una sonrisa en los labios.

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