El Cadillac Escalade IQ dispondrá de capacidades de conducción autónoma de Nivel 3 en 2028

Javier Cantagalli     26 octubre 2025     3 min.
El Cadillac Escalade IQ dispondrá de capacidades de conducción autónoma de Nivel 3 en 2028

Aprovechando su experiencia con Cruise, General Motors pretende disponer de una ventaja competitiva para sus vehículos de calle, ofreciendo una conducción más segura, conectada y autónoma.

General Motors cerró su división de robotaxis Cruise el pasado año, tras desembolsar miles de millones en aquel proyecto. Esa enorme inversión no se realizó en vano, sin embargo, ya que la firma norteamericana decidió aprovechar todo el conocimiento que había acumulado hasta entonces para impulsar la conducción autónoma en sus propios vehículos de producción en serie destinados al público general.

Como consecuencia de aquella decisión, General Motors acaba de anunciar ahora la futura disponibilidad de un nuevo sistema de conducción autónoma de Nivel 3 que permitirá al conductor apartar la vista y las manos del volante, despreocupándose por completo de prestar atención a la carretera de forma temporal. Este sistema debutará en 2028 en el Cadillac Escalade IQ, el SUV eléctrico de grandes dimensiones de la marca de lujo de General Motors, para llegar posteriormente a otros vehículos de cualquiera de las marcas de la firma norteamericana.

Mercedes Benz Drive Pilot Usa

A día de hoy, en Estados Unidos únicamente el sistema Drive Pilot de Mercedes-Benz permite apartar las manos del volante y la vista de la carretera. Aunque esto solo es posible bajo condiciones muy concretas y con grandes limitaciones. General Motors ofrece actualmente en sus vehículos el sistema Super Cruise, que puede catalogarse como de Nivel 2. Esto es, el vehículo puede trazar las curvas y controlar la velocidad, pero el conductor debe prestar atención constante a la carretera, poniendo además cada cierto tiempo las manos en el volante.

¿Qué es exactamente un sistema de conducción autónoma de Nivel 3?

La catalogación de un sistema de conducción autónoma como de Nivel 3 implica que el conductor puede desentenderse por completo de la conducción, aunque debe estar listo para retomar el control en un corto periodo de tiempo. Esto significa que puede, por ejemplo, ir mirando el móvil o leyendo un libro, pero no puede ir durmiendo, ya que en este último caso no puede hacerse cargo del vehículo rápidamente. Para ello ya sería necesario un sistema de conducción autónoma de Nivel 4.

En el caso del sistema Drive Pilot de Mercedes-Benz, el conductor dispone de un máximo de 10 segundos para retomar el control del vehículo tras un aviso y en caso de no hacerlo el vehículo realiza una parada de emergencia. El futuro sistema de conducción autónoma de General Motors que debutará en 2028 debería ser similar. El Escalade IQ que estrenará este nuevo sistema cuenta con dos propulsores eléctricos que entregan una potencia conjunta de 550 kW, acompañados de un pack de baterías de 205 kWh de capacidad útil, que le permiten recorrer unos 745 km con una sola carga bajo el ciclo de homologación EPA.

Cadillac Escalade Iql 00002

Además de todo lo aprendido en el desarrollo de su ya extinta división de robotaxis, el nuevo sistema de conducción autónoma de Nivel 3 de General Motors se apoyará en dos grandes activos con los que cuenta la compañía: las 600 mil millas de carreteras ya mapeadas en Norteamérica para su sistema Super Cruise y la enorme cantidad de datos generados durante las cerca de 5 millones de millas recorridas por los vehículos de Cruise antes de su cierre.

Más novedades en el Escalade IQ

Señalar, por otro lado, que al margen de este nuevo sistema de conducción autónoma de Nivel 3, el Escalade IQ estrenará también en 2028 una nueva plataforma computacional centralizada, que se hará cargo de forma conjunta de la propulsión, dirección y seguridad, así como también del infoentretenimiento. Gracias a esta nueva plataforma, General Motors multiplicará por diez la capacidad de las actualizaciones de software OTA, por mil el ancho de banda, y por 35 la potencia bruta empleada por la Inteligencia Artificial para funciones autónomas.


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