Coches destrozados en las películas: ¿cómo lo hacen?

Todos sufrimos cuando lo vemos. En las películas de acción siempre acaban destrozado un coche espectacular, que es arrollado por el coche del protagonista (o del villano), aplastado por un autobús fuera de control o le cae la víctima propiciatoria desde el piso 25 de un rascacielos. Siempre sufrimos por el destino de esos coches, pero más allá de lo que vemos en pantalla, sabemos que en el cine, todo es un truco y que esos coches están preparados para colapsar cuando toca.

No se deja nada al azar y ya sabemos que cada modelo tiene unas características diferentes y pueden recibir daños diferentes según el equipamiento y sus condiciones. Pero en el cine, todo ha de ser planificado al milímetro, así que los expertos se encargan de prepara el coche para que tenga los daños que se requieren en cada escena. Pero, ¿cómo lo hacen para que quede como quieren los directores?

Una planificación cuidadosa para destruir coches

En el vídeo se puede ver cómo trabajan los especialistas para convertir un coche en una ruina, dependiendo de como quiere el director que acabe. No se deja nada al azar y se realizan varias modificaciones para que el vehículo pierda la forma según las necesidades de la acción.

Por ejemplo, si el vehículo ha de ser arrollado por un autobús fuera de control que les pasa por encima, los especialistas eliminan los pilares del vehículo. De esta manera, cuando el vehículo descontrolado los aplasta, se deforman con rapidez y permite que la escena discurra con seguridad y sin sorpresas que podrían poner en riesgo al equipo de filmación.

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Otra escena típica es que una persona caiga desde una altura considerable sobre el techo de un coche y lo aplaste. También se eliminan los pilares y se crea esa impactante imagen. Para hacer que los capós se aboñen de manera espectacular, se abren parcialmente y se colocan mecanismos que los deforman con rapidez y contudencia cuando simulan golpear un obstáculo, haciendo que en la butaca del cine parezca que realmente han golpeado contra una pared u otro vehículo.

Todos son trucos, engaños que sirven para que creamos ver algo que en realidad no ocurre. Pero la magia no desaparece, porque los técnicos han de saber cómo reacciona cada modelo y forzar esta acción para que lo haga tal y como debe de hacerlo. Si eres aficionado a los coches, probablemente sufras viendo como se destrozan todos estos vehículos, pero seguro que te parece apasionante ver trabajar a estos profesionales para crear la magia del cine.